Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



lunes, 12 de marzo de 2012

Nuevas cosas XD

Holi hola, gente bonita!! Para todos los fans de estos niños que tanto amo, aquí lo tienen: ¡Nuestra nueva vida! Unos mini capítulos en los que se narrarán eventos futuros los cuales se me ocurrieron por sugerencia y petición de Cinthya Ichirouta Kazemaru y una amiga suya (Kyuu: No supimos el nombre de la amiga, pero se las dedicamos a ambas). Espero que les gusten, en lo particular amé esta *o* Cofcof, pero mejor pasen y léanla con sus propios ojos XD

Nuestra nueva vida I

NUESTRA NUEVA VIDA I
NAMIKAZE FUMIYA Y YAMAMOTO KAZUOMI

Namikaze Fumiya (18 años) caminaba por la aldea de Konoha. Acababa de entregar su reporte luego de una misión que lo tuvo fuera de la aldea por un mes, así que ahora trataba de localizar el chakra de su pareja. En el camino se encontró con sus ex compañeros de equipo y mejores amigos: Rock Taro (19 años) y Haruno Midori (19 años), quienes parecían algo preocupados.
-¿Qué sucede? –les preguntó
-¡Ah, Fumiya-kun! –se sorprendió la pelirosa al verlo- Bienvenido.
-Gracias, Midori. ¿Por qué tienen esas caras?
-Pues –Taro dudó un poco-… se trata de Kazuomi-kun.
-¿Le pasó algo malo? –preguntó de inmediato
-No, tranquilo, Fumiya-kun –intervino su amiga-. Lo que pasa es que últimamente ha estado raro y ayer no apareció para ir a nuestra misión.
-Lo hemos estado buscando –continuó el pelinegro-, pero escondió muy bien su chakra. A pesar de ello supongo que para ti no será problema encontrarlo, así que por favor avísanos cuando le hagas confesar qué sucede.
-Como no sea algo importante me las pagará por preocuparnos –advirtió Midori con fingido enfado
-Déjenmelo a mí –dijo el pelirrojo desapareciendo en una nube de humo
-Cuando se trata de Kazuomi-kun no piensa en nada más –rió Taro
-Está enamorado, no podemos culparlo por actuar así.

En el bosque había un precioso y cristalino lago que muy pocos frecuentaban. A orillas de él se encontraba sentado Kazuomi (19 años) con la cabeza apoyada en sus piernas. Observaba el lago con una expresión preocupada y nerviosa. Oyó un ruido a sus espaldas, pero no volteó.
-¿Qué haces aquí, Kazu-chan?
-Te he dicho que no aparezcas así, Bakamiya –regañó en tono desganado
Esto desconcertó a Fumiya, pues el castaño siempre se molestaba cuando llegaba de improviso. Suspiró y se inclino hacia el otro, frunciendo el ceño al ver que los ojos violetas de su novio le rehuían.
-Kazuomi –llamó con seriedad-, dime qué te ocurre.
-Yo… tuve que ir al hospital ayer –explicó regresando su vista al agua-. ¿Recuerdas que estuve resfriado unos días antes de que te fueras a esa misión?
Imposible olvidarlo. Kazuomi todavía no terminaba de recuperarse cuando él se marcó, por eso le encargó a su hermana que le echara un ojo al castaño y cuidara que no sufriera alguna recaída.
-Desde hace una semana no me sentía bien –continuó el mayor-, así que fui al hospital para que me revisaran. Al parecer… hubo un error cuando me dieron los medicamentos para el resfriado, ya que yo –se cubrió la cabeza con los brazos-… estoy embarazado.
-... ¿Qué? –preguntó impactado
-¡Lo que oíste! –sollozó- Tengo cinco semanas. Tsunade-sama investigó y descubrió que las enfermeras confundieron el tratamiento de fertilidad con los antibióticos que debían darme.
-Entonces mi familia ya lo…
-No –interrumpió sollozando de nuevo-, le pedí que guardara el secreto hasta que regresaras y yo hablara contigo. ¡Lo siento! Fumiya, yo…
Kazuomi ya no pudo decir más, pues el pelirrojo lo jaló para estrecharlo con fuerza entre sus brazos.
-Un hijo tuyo y mío –susurró el ojiazul-, ¿de verdad?
El castaño asintió quedamente. Fumiya se separó un poco para limpiarle las lágrimas de los ojos, y entonces Kazuomi pudo contemplar la hermosa y deslumbrante sonrisa con la que lo contemplaba. Idéntica a la de su rubio progenitor.
-Es increíble –lo besó sin borrar su sonrisa-. Gracias, Kazu-chan, esto me hace tan feliz.
-¿De verdad? –desvió la cara- E-Es decir… tú apenas cumpliste los dieciocho hace unos meses, ni siquiera vivimos juntos y…
-Ya no le busques pretextos –dijo con soberbia-. Desde que te pedí ser mi novio tenía claro que nunca pensaba dejarte ir –le sujetó el mentón para que lo viera a los ojos-, y con esta noticia mucho menos. Así que me encantaría que tú también te alegraras por nuestro bebé.
-Claro que me alegré cuando me dieron la noticia. Es sólo que me sentí preocupado… y asustado.
-Lo siento, todo pasó porque estabas solo –se levantó y tiró de la mano de su novio para alzarlo-. Bien, vamos.
-¿A dónde?
-A ver a mis padres. Hay una noticia que debemos darles.

-¡¿Qué?!
Esa tarde Fumiya citó con urgencia a su familia en la casa principal del clan Uchiha-Namikaze. Sasuke y Naruto estaban impactados por la noticia que su tercer hijo acababa de darles; Miku (20 años) e Itachi (14 años) comenzaron a gritar emocionados y corrieron hacia los chicos.
-¡Felicidades, Fu-chan, Kazu-kun! –exclamó ella abrazándolos
-¡Vamos a tener otro sobrino! –gritó Itachi
-¡Muchas felicidades, chicos! –dijo Yuuzuki (21 años), quien traía en brazos a su hijita Hatsuki (2 años)
-¡Felicidades! –dijo ella, aunque no entendía por qué
-Muchas gracias a todos –contestó Kazuomi, sonrojado
-Otou-san, Otou-chan, aniki –llamó el pelirrojo-, deberían decir algo.
-… ¡Tendremos otro nieto! –reaccionó el Hokage y abrazó a la pareja- Ya me lo puedo imaginar con el cabello de Fumiya y los bonitos ojos de Kazuomi.
-Esto es inesperado –al fin habló Sasuke, acercándoseles con una sonrisa-, pero es una noticia magnífica, hijos.
-Gracias, Sasuke-san –respondió el castaño, avergonzado
-No me digas que a pesar de esto, Otou-san todavía tiene ese efecto sobre ti –murmuró Fumiya con celos, a lo que su pareja prefirió no responder
-Shi-chan –llamó Yuuzuki-, sólo faltas tú.
Shizui (23 años) se encontraba dibujando círculos en una pared mientras un aura depresiva lo rodeaba.
-No sólo se les perecen en el carácter, también están repitiendo la historia de Otou-san y Otou-chan –murmuraba-. Espero que mi sobrino o sobrina no crezca con mis mismos complejos.
-Shi-chan aniki, creí que ya habías superado tus traumas –le dijo Miku
-Lo siento, chicos –dijo el mayor-. Claro que la noticia a mí también me hace muy feliz –se acercó a los demás y miró a la pareja con seriedad-. Otouto, Kazuomi, van a casarse lo más pronto posible, ¿entendido?
-Eh… creo que no nos estás dejando más opción, Shizui-san –contestó su cuñado
-Se supone que deberíamos ser nosotros quienes les hablen de eso, ¿no? –comentó Naruto en voz baja
-Déjalo, ya sabes cómo es Shizui –respondió Sasuke en el mismo tono
-Estoy de acuerdo contigo, aniki –habló Fumiya entrelazando su mano con la de su novio-. Creo que deberíamos empezar viviendo juntos mientras se prepara todo.
-¡Yo me ocupo de organizar la boda! –declaró Miku, emocionada
-Yo puedo ir por las cosas de Kazu nii –ofreció Itachi
-Que se queden aquí mientras habilito una casa del antiguo barrio Uchiha –propuso Yuuzuki
-Me parece perfecto –apoyó su esposo
Kazuomi estaba algo sorprendido por la velocidad con que sus cuñados armaban planes. Ya sabía de lo que eran capaces, aunque le parecía extraño, gracioso y escalofriante ver a Fumiya unírseles. El de ojos amatistas salió de sus pensamientos al sentir una mano sobre su hombro, y al voltear se encontró con las sonrientes caras de sus suegros.
-Kazuomi –llamó Naruto-, es una pena que tus padres ya no estén aquí, pero el teme y yo queremos jurarles que velaremos por ustedes en su nombre.
-Naruto-san…
-Eres parte de nuestra familia desde que Fumiya te eligió –continuó Sasuke-, así que esperamos que siempre confíes en nosotros, hijo.
-Sasuke-san…
Fumiya dejó a sus hermanos seguir haciendo planes y por detrás abrazó a su novio, pasándole las manos sobre el plano vientre. Un pequeño ya estaba creciendo ahí, el cual traería una nueva alegría para la familia que iban a formar y también para la enorme familia de la que eran parte.