Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



lunes, 30 de abril de 2012

Actualización e Información XD

Holi hola, gente bonita!! Lo prometido es deuda y finalmente aquí tienen la segunda parte de Nuestra nueva vida. Esta vez la historia se centra en Shizui y Yuuzuki, con la participación especial de su pequeña Hatsuki y el loco Hayate XD Por cierto, únicamente tenía escritas estas dos primeras partes, la tercera se centrará en Itachi y la cuarta en Miku y Hayate, pero todavía no he podido acomodar todas las ideas para terminarlas. Les pido un poquito de paciencia, pero sin duda les doy mi palabra de escritora loca y frustrada de que apenas los termine, se los publicaré. Ahh, eso me recuerda que hace unos días también se me ocurrió una idea para un pequeño fic que se situaría entre Hacia nuestro futuro y Nuestro futuro, pero necesito analizar muy bien con mi cerebro si me animo a escribirlo y, de hacerlo, si se publicaría únicamente en el blog o en Amor Yaoi, ya que ese fic sería de capítulos más largos que estos (Kyuu: Eso y además que tiene un fic largo pendiente y las transcripciones de los que ahorita está publicando). Bueno, esas son todas las novedades de esta saga consentida, sin más pasen a lo que vinieron y espero que les guste. ¡¡A leer!!

Nuestra nueva vida II

NUESTRA NUEVA VIDA II
UCHIHA SHIZUI Y SABAKU NO YUUZUKI

Era envidiable la calma que se respiraba en la aldea de Konoha. Aquél día Shizui (24 años) estaba en el parque en compañía de su esposo Yuuzuki (22 años) y de su mejor amigo y cuñado Hayate (25 años). Habían decidido llevar a jugar a la pequeña Hatsuki (3 años), pues los días anteriores estuvieron tan ocupados que no pudieron pasar un verdadero tiempo de calidad en familia.
-Hatsu-chan se está divirtiendo –comentó Yuuzuki
A varios metros de ellos la pequeña jugaba con otros niños y niñas que también estaban en el parque. Shizui la vigilaba en todo momento, pues no quería que fuera a lastimarse.
-Ahh, Hatsuki-chan es tan linda como mi otouto-chan cuando tenía su edad –decía Hayate embelesado
-Yuuzuki sigue siendo lindo –aclaró Shizui
-Lo sé, por eso no te perdono que me lo robaras tan joven –rió golpeando a su amigo
-Auch, Hayate, espero que algún día se te quite esta costumbre de golpearme.
-Mmm… Lo tendré en cuenta, pero no prometo nada, Shizu.
-Oye, nii-san –llamó el pelirrojo-, ¿cuánto tiempo más podrás quedarte en Konoha?
-No creo que mucho, otouto. Seguramente el magnífico Kazekage-sama, quien por fortuna es nuestro amado Otou-chan, ya debe tenerme una nueva misión aguardando.
Hacía un par de días atrás que Hayate llegó a la aldea para conocer al pequeño Namikaze Kazuya (3 meses), el hijito de Fumiya (19 años) y Kazuomi (20 años). Unas semanas después de que nació, Sai y Gaara fueron a conocerlo, pero Hayate se encontraba en una misión, por eso hasta ahora había tenido la oportunidad de visitarlos para ver al niño.
-Pero valió la pena tomarme estos días –sonreía el pelinegro-, pude ver a mi Miku-chan antes de que se fuera de misión y claro, cumplí mi principal objetivo de conocer a Kazuya-chan.
-Jejeje, nuestro sobrino es tan lindo –dijo Yuuzuki con felicidad
Shizui le sonrió y asintió. Para los hermanos de ambos, el pequeño Kazuya era su segundo sobrino, en cambio para él y Yuuzuki era el primero, por eso se sentían más contentos.
-Por cierto, Naru-sama le atinó, ¿verdad? –preguntó Hayate- Él había dicho que el bebé tendría el cabello rojo de Fu-chan y los ojos de Kazu-chin, y exactamente así salió.
El ojiazul asintió de nuevo y rió ligeramente. Hayate llamaba a su cuñado de aquella manera porque cuando le dijo “Kazu-chan”, Fumiya le lanzó su mirada más aterradora para advertirle que sólo él podía llamarlo de esa manera. Cuando su sobrino nació, tanto su otouto como su pareja (a quienes por cierto Shizui apresuró para que se casaran una semana después de que le dijeran que sería tío) le pidieron a Naruto que escogiera el nombre para su primogénito. Su padre se quebró la cabeza varios días hasta elegir el adecuado: Kazuya, “Kazu” por Kazuomi y “Ya” por Fumiya. Según su moreno progenitor, a su Otou-chan se le daba bien eso de combinar nombres.

-Eso me recuerda –habló el Sabaku mayor sacándolo de sus pensamientos-, ¿para cuándo piensan encargar otro bebé?
-¡Nii-san! –exclamó Yuuzuki sonrojándose
Shizui se atragantó con su propia saliva. Por supuesto tanto él como el pelirrojo querían tener otro bebé, pero de momento Hatsuki absorbía todo el tiempo que su profesión de ninjas les dejaba y deseaban cuidar de ella lo mejor posible.
-Lo digo porque creo que es un poco triste eso de ser hijo único –continuó él-. Yo fui muy feliz cuando naciste, Yuu-chan, y Shizu ni se diga porque creció con tres hermanos menores.
-E-Estoy de acuerdo, nii-san, pero nos estamos tomando el tiempo para darle a Hatsu-chan la atención que merece.
-En lugar de estar pidiendo más sobrinos deberías preocuparte por no ser asesinado por mi Otou-san cuando le pidas la mano de mi imouto –comentó el Uchiha con malicia
-Hasta Sasu-suegrito-gruñón sabe que Miku-chan es mi prometida aunque no haya anillo de por medio y ella diga lo contrario –sonrió-. Está más que dicho que ella será mi bella esposa, jajajajaja.
-… A veces me cuesta trabajo creer que eres hijo de Gaara-san.
-La prueba son estos lindos ojos color aguamarina que tengo, jeje,

Yuuzuki sólo sonreía ante la interacción de ellos dos y volteó a ver a su hija, quien se encontraba dentro de un cajón de arena junto con otros niños. Las palabras de su hermano tenían mucho sentido. Él había sido feliz por crecer junto al alocado Hayate, el lazo entre hermanos era distinto al que se tenía con los padres, por eso quería que su niña también pudiera vivir esa experiencia.
-Oigan –oyó la voz de su esposo-, ¿no creen que los niños son demasiado atentos con Hatsuki?
El pelirrojo prestó atención a lo dicho por Shizui y pudo ver que los varoncitos que jugaban con ella parecían muy atentos para su corta edad, la ayudaban a cavar en la arena y no dejaban que se ensuciara mucho.
-Los niños de ahora están muy despiertos –comentó Hayate y sonrió-. Tranquilo, Shizu, son sólo unos pequeños. No es como si fueran a enamorarse de ella o…
-¿Qué? –preguntó el ojiazul-, ¿por qué te quedaste callado?
-Es que estaba recordando… Si la memoria no me falla, Miku-chan sólo tenía dos años cuando yo decidí que algún día ella iba a ser mi esposa. Y mi otouto-chan era sólo un poco más grande que Hatsuki-chan cuando tú le posaste los ojos encima, ¿verdad?
Ambos amigos intercambiaron miradas y al mismo tiempo se pusieron de pie para dirigirse al cajón de arena.
-¡Mocosos! ¡No se acerquen a mi sobrina!
-¡Hatsuki, nos vamos a casa!
La niña no entendía muy bien por qué su papá y su tío parecían enojados, ella sólo sonrió y corrió a los brazos de su moreno progenitor. Yuuzuki se golpeó la frente y suspiró; aquél par de verdad que no tenía remedio. Shizui actuaba incluso más posesivo de lo que Sasuke era con Miku (21 años), y no quería ni imaginarse a su hermano si llegaba a tener una hija. Seguro aterrorizaría a toda Suna antes de permitir que algún niño le tomara si quiera la mano a su princesa. Definitivamente esperaba que la temperamental Miku pudiera controlar aunque fuera un  poco a Hayate.

Un rato después Shizui y Yuuzuki se encontraban en su casa. A medio camino Hayate les dijo que iría a visitar a Kazuomi y Kazuya, por lo que Hatsuki insistió para que la dejaran ir con su tío. La niña estaba fascinada con su nuevo primo.
-Ahora ya no podré disfrutar ir con mi hija al parque –comentó Shizui dejándose caer sobre un sillón
-Shi-chan, un día tendrás que superar ese complejo de posesividad que tienes.
-Otou-san y Tsunade Baa-san lo intentaron por años y al final se rindieron. Es un poco difícil que lo logre ahora, Yuuzuki.
-Entonces pobre de Hatsu-chan cuando comience a fijarse en los chicos.
-Grr, ni siquiera lo menciones. No quiero sufrir antes de tiempo.
Yuuzuki se sentó a su lado y lo observó fijamente. Shizui contempló sus ojos aguamarina iguales a los de su pelirrojo padre y los cuales le heredó a su hija (lástima que su cuñado también los tuviera).
-¿Qué pasa, Yuuzuki?
-… Creo que nii-san tiene razón –dijo-. Tal vez ya es tiempo de que encarguemos otro bebé.
-¿Seguro? Ambos somos ninjas, de por sí nos es un poco difícil pasar tiempo con Hatsuki, y con otro bebé…
-Tus padres salieron adelante con cuatro hijos y eso que son el Hokage y el Comandante del Anbu. ¿O es que no quieres otro hijo todavía, Shi-chan?
-Si por mí fuera, ya tendríamos unos tres niños por aquí –rió con pena-. Yuuzuki, si te sientes listo para ello, yo estoy más que encantado con la idea.
El pelirrojo sonrió y se acurrucó en el pecho de su esposo, de modo que Shizui lo rodeó con sus brazos y también sonrió. Las cosas entre ellos siempre habían sucedido de manera apresurada, por eso esta vez se lo tomaron con más calma. Pero todos decían que el ojiazul era demasiado espontáneo, así que para qué negarlo. Después de todo, él creció muy feliz al lado de una numerosa familia.