Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



martes, 28 de febrero de 2012

Los secretos de los Fanfics

LOS SECRETOS DE LOS FANFICS
(AUNQUE ALGUNOS YA NI TAN SECRETOS)

1. El título de Tsuki no Hikari lo escogimos entre mi hermana y yo. Antes de decidirlo tuve otras opciones: Destino, Amor y Sangre, Luna Roja y Destino teñido de sangre. Pero ninguno de ellos me convencía (Kyuu: Escribió más de la mitad del fic aún sin título definido). Si alguien quiere utilizar alguno de los que no fueron elegidos, ¡adelante!

2. Creo que ya lo mencioné, pero esta idea tenía varios años escrita en un cuaderno. De hecho estaba la guía de personajes principales, la historia sasunaru (Preludio) a grandes rasgos y brevemente la historia shinokiba del pasado.

3. A veces siento que los títulos de los capítulos no concuerdan mucho, pero antes de comenzar un fic largo yo escribo una guía de capítulos en la cual me baso para medir la extensión de la historia y desarrollarla en base a su duración.

4. Luego de escribir los cinco capítulos de Preludio y comenzar a diseñar la trama principal de Tsuki no Hikari, las tres primeras escenas que escribí en mi cuaderno de notas fueron: el recuerdo de Sakura cuando Sai le regaló la rosa, el recuerdo de Ino cuando la alejan de Chouji y las tres escenas finales del fic.

5. En Tsuki no Hikari, originalmente desde el primer capítulo Deidara ya sería el segundo al mando de su especie, pero como de esa manera no encuadraba que jamás hubiera visto a Itachi, decidí cambiarlo.

6. La que muchos me preguntaron y ya dije hasta hartarlos. Yo diseñé, comencé y avancé la historia hasta poco más de la mitad con la idea de que la segunda pareja principal era saigaa, pero después de que mi hermana leyó el fic me dijo que parecía más un gaasai y preguntó si ellos eran los protagonistas principales. De modo que se transformó en un gaasaigaa y fui consciente de darles el rol protagónico. ¡La mejor decisión que tomé para Tsuki no Hikari!

7. El título original de Be my love iba a ser “Él es…” porque en el dorama original sale una canción llamada “She is”, pero como no me convenció, al final opté por llamarlo como la canción del intro.

8. Un plan desesperado fue el primer fanfic que comencé sin tener a las parejas establecidas. Generalmente yo diseño toda la historia antes de desarrollarla detalladamente, pero aquí no lo hice. Luego tuve que darme de topes contra la pared para decidir cuáles iban a ser las parejas.

9. La sección “Descubriendo los más oscuros secretos de los personajes de Naruto” contaría con un invitado por emisión, pero fue tanto el éxito (y las preguntas) que tuve que juntar a los personajes en equipos para que aparecieran todos. Ah, y Gaara y sus hermanos fueron los que recibieron más preguntas antes de su participación.

10. La identidad del Narrador (que resultó ser Asuma) de esa misma sección… se me ocurrió a último momento, jeje.

11. La música triste de violín me ha acompañado al final de todos mis fics largos o semilargos. Y ha aparecido desde mi primer fanfic largo de Naruto, El rey ninja. Sinceramente ya no me acuerdo cómo se me ocurrió que Sai fuera el violinista oficial. Y sigue siendo un misterio el nombre de la melodía que toca.

12. Cuidado con el amor originalmente iba a contar con 24 capítulos, pero conforme avanzó la trama eliminé algunos que no consideré necesarios, dejando un total de 20.

13. Para la obra de teatro “Blancacienta” que ahí se presenta, los papeles que yo establecí fueron los de Naruto (príncipe), Sasuke (princesa), Sakura (Madrastra) y Sai (Narrador), los demás los decidí por sorteo. ¡Así que fue el destino quien hizo de Gaara el Hada Madrina!

14. No era mi intención que cada capítulo de Cuidado con el amor terminara con una frase. Fue hasta que una lectora me comentó que le gustaban esas frases al final, que decidí escribirlas a propósito.

15. Varias de las preguntas que aparecieron en “El rincón del tío Kyuubi” realmente fueron hechas por lectores del fic.

16. Desde que lo estaba escribiendo, yo afirmaba que Cuidado con el amor sería mi fanfic favorito (y se volvió realidad), sólo que ahora Tsuki no Hikari le está haciendo competencia.

17. Tengo guardados en documentos de Word TODOS los reviews de TODOS los fanfics y oneshot que he escrito (no es secreto, pero quise compartirles ese dato, jeje).

18. En Cosas de familia, batallé mucho para ubicar a Ginji en una familia. Primero planeé ponerlo con Yuki y Shuichi, pero al final mejor lo dejé con K y Hiro.

19. Para Hacia nuestro futuro, no tenía planeado mostrarles a tantos niños, pero como quería (y los lectores lo pidieron) presentar más sobre la vida de Shizui, diseñé toda la guía de personajes de la nueva generación. Originalmente sólo los 4 niños Uchiha-Namikaze y los 2 Sabaku tenían su lugar asegurado.

20. Kishimoto nombró a su personaje “Uchiha Shisui”. El nombre de mi niño se escribe con “Z” porque cuando comencé a escribir el fic no me acordaba con qué letra iba, y cuando lo supe ya me había acostumbrado a escribir “Shizui”, además me gustó como se mira así, jeje.

21. Hacia nuestro futuro, Cuidado con el amor y Se busca pareja eran las tres historias que estaba publicando cuando la página de Amor Yaoi me exilió 6 meses sin dejarme actualizar, publicar nuevos fics o dejar reviews. Fue una etapa muy frustrante (y fructífera, terminé dos de los fics largos, el 90% del otro y escribí varios oneshot), pero nunca perdí la esperanza de recuperar mi cuenta. El día que milagrosamente me dejó volver a actualizar, lo primero que hice (aparte de gritar) fue cambiar mi contraseña.

22. Realmente jamás me pasó por la mente hacer una secuela de Hacia nuestro futuro, pero me lo pidieron tanto que un día me puse a imaginar cómo podría ser algo así y al final decidí que yo también quería escribir más cosas de mis niños.

23. Originalmente Madoka sí iba a lograr conquistar a Fumiya, pero como al avanzar la historia la pareja no me convenció, decidí crearle a su propio “Naruto”.

24. La escena del karaoke en Be my love. Un día volviendo de la universidad venía escuchando la canción de “Ingrata” en mi ipod y de repente comencé a imaginarme a Naruto borracho cantando cada estrofa y luego a Gaara (igual de borracho) haciéndole coro. En lo personal me gustó mucho esa escena, jaja.

25. En Nuestro futuro, originalmente el veneno iba a llamarse “La marca del dragón”, pero miré que estaban poniendo un fanfic con ese título y por eso decidí cambiarlo por “Garra del dragón”.

26. Mi oneshot Ni que fuera la primera vez fue la antesala para lo que sería Hacia nuestro futuro y posteriormente Nuestro futuro.

27. Cena para tres lo escribí como oneshot, pero mientras lo terminaba, se me ocurrió cómo se habrían vuelto pareja Sasuke y Naruto y Sai y Gaara, originando las creaciones de Todo tiene un inicio y Retrato del corazón.

28. La parte de Fumiya y Kazoumi (lo de la explosión donde Kazu-chan se lastima y las reflexiones de Fumiya sobre lo que siente por él) comencé a escribirla en una receta que me dio el doctor, jejeje.

29. Tengo TODAS las hojas, trozos de papel, servilletas, recortes, o lo que sea, donde haya escrito al menos un fragmento de algún fic.

30. ¿Se han preguntado cómo se pronuncia mi Nick? Porque unos lo dicen Higary, pero en realidad es Higary (la sílaba “ga” suena más fuerte).

31. Adopté a Kyuubi como asistente y mascota oficial en Un plan desesperado, ya que le tomé cariño al personaje, y más cuando  le hice su sección de “El rincón del tío Kyuubi”. Desde entonces es mí endemoniado tío favorito, paga las serenatas de Sai en los finales y es quien a veces responde los reviews en mi nombre.

32. Hice un calendario para programar mis actualizaciones, ya que a veces se me olvidaba cuál fic me tocaba transcribir (tenía que preguntarle a mi hermana, y el problema surgía cuando ella tampoco se acordaba).

33. Actualizo rápido (semanal o quincenalmente, dependiendo de la historia) porque no empiezo a publicar un nuevo fanfic hasta que a mano tenga escrito al menos un 70%. Luego del semestre que no pude acceder a mi cuenta, descubrí que era mucho más fácil y relajante ya tener la historia escrita a mano y sólo preocuparse por irla transcribiendo.

34. No tengo beta reader. Desde hace años tengo una manía con la ortografía (mis amigos odiaban prestarme sus cuadernos porque les corregía sus horrores ortográficos, jeje), ya que no tendré tan bonita letra, pero al menos escribiré bien las palabras. Si en mis fics de repente hay horrores ortográficos es porque son errores de dedo a la hora de la transcripción y cuando revisé de nuevo el fic de plano no los vi (uso lentes, ténganme paciencia).

35. Mi fic Se busca pareja originalmente iba a llamarse “Cuidado con el amor”. Pero como en aquél entonces no encontré un título adecuado para mi historia itanaru v/s sasunaru, a ésta decidí llamarla así y a la otra le cambié el nombre.

36. Por cierto, Se busca pareja está basado en la vieja película mexicana “Escuela de solteras”, por eso en mi primer idea quería ponerle el nombre de otra vieja película (“Cuidado con el amor” donde Pedro Infante canta Cien años, una de las canciones favoritas de mi hermano. No venía al caso, pero quise escribirlo, jaja).

lunes, 6 de febrero de 2012

Tsuki no Hikari, Escenas Suprimidas

Holi hola, gente bonita!! Para estar aquí hoy, significa que ya leyeron el capítulo final de Tsuki no Hikari (Kyuu: Y si no es así, vayan a Amor Yaoi a leerlo, o esto no tendrá tanto impacto). Hace unas semanas escribí estas cuatro partes a las que llamé “Tsuki no Hikari: Escenas Suprimidas”, y hay dos razones por las que no las puse en la historia original: 1) Son bastante cómicas, así que a mi parecer desentonan con la atmósfera melancólica del fic; 2) Porque se me ocurrieron mucho después de que terminé de escribir la historia a mano, jeje. Sin embargo aquí las tienen, un pequeño regalo para agradecerles todo su apoyo en esta lacrimógena historia ^u^ (Kyuu: La escena cuatro va dedicada a todos los lectores que la odiaron y maldijeron por matar a Iruka -_-). Una vez que las lean, me encantaría que pudieran regresar al FIC y dejarme un comentario más sobre las escenas… Espero no estar pidiendo mucho, jeje XD (Kyuu: Recuerden que el sueño loco de Higa-chan era llegar a los 400 reviews ¬¬). Sin más que agregar: ¡¡a leer!!

TSUKI NO HIKARI:
“ESCENAS SUPRIMIDAS”

IV. El reencuentro

IV. EL REENCUENTRO.

El primer día de clases en la Primaria Konoha era muy ajetreado. Niños y niñas corrían de aquí a allá buscando sus salones, reuniéndose con sus amigos y los de nuevo ingreso parecían algo nerviosos. Un niño de cabello gris entró a su salón y tomó asiento al fondo, escuchando los murmullos de varios de sus compañeros.
-Mira, es él. Es bastante extraño.
-En el Jardín de niños se la pasaba hablando de hombres lobo y vampiros.
-Deben ser puras mentiras.
-¡Cállense! –gritó el peligris, enojado- ¡No molesten!
Volvió a sentarse con aire enfurruñado. Sintió a alguien ocupar el lugar a su lado, pero lo ignoró.
-¿Sabes de hombres lobo y vampiros? –oyó que le preguntaron
-Hum. ¿Tú también crees que soy un mentiroso? –habló sin voltear a verlo
-Yo no dije eso.  ¿Cómo sabes tanto?
-… Siempre sueño con ellos.
-Vaya… ¡Eres genial!
El peligris decidió voltear y se encontró con un niño de piel morena, cabello café y ojos oscuros; tenía una curiosa cicatriz sobre su nariz. Sin poder evitarlos, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras seguía contemplando a ese sonriente niño. Se sentía… tan contento.
-Oye, ¿estás bien? –le preguntó el otro, preocupado por verlo llorar
-Sí –se limpió las lágrimas-… Ahora lo estoy.
-¿Eh? –sonrió- Qué bueno. Ah, sí, me llamo Iruka. Mucho gusto.
-Yo soy Kakashi. El gusto es mío… Iruka.
Kakashi sólo era un niño, así que no tenía idea de qué era lo que ocurría. Lo único de lo que estaba seguro es que había encontrado aquello que sus sueños trataban de decirle que no volviera a perder jamás.

III. La noticia

III. LA NOTICIA

Ya habían transcurrido ocho años desde el final de la guerra. Las cosas estaban en enorme calma entre ambas especies. Aquél día las familias mezcladas habían decidido reunirse, era una especie de tradición que habían adoptado debido a que los vampiros emparejados (es decir, casados) con licántropos ya podían estar bajo la luz del sol.
-Se siente tan bien venir al centro de vez en cuando –comentaba Kiba sentándose bajo el sol
-Es cierto –respondió Shino bebiendo té
-¿Qué tal ha estado el gremio principal? –preguntó Pein
-Todo tranquilo, aunque costó trabajo estabilizarlo –respondió Itachi y sonrió-. Pero ha valido la pena.
Deidara, con ayuda de Tsunade y Konan, llevaron más comida y bebidas. Después el rubio se sentó junto a Gaara, quien tenía la vista fija a unos metros de ahí.
-¿Pasa algo, Gaara-san?
-No, nada.
Lo que el jefe de los licántropos contemplaba era a Sai quien jugaba en el pasto con Aburame Kino (hijo de Shino y Kiba), Rinnengan Ayumi (hija de Pein y Konan) y Hatake Iruka (hija de Kakashi y Anko), ésta última llevaba varios días en el centro ya que su padre había ido a visitar a Minato. Los tres niños se arrojaron sobre el pelinegro y lo tiraron al suelo, riendo.
-Sai es muy bueno con los niños –señaló Tsunade
-De por sí él siempre ha sido muy amable –dijo Itachi-, aunque debe comportarse así con ellos por la infancia tan difícil que tuvo.

Por la noche Sai y Gaara se encontraban en su casa dentro del territorio de la Hermandad. El menor estaba sobándose los hombros y el cuello.
-Agradezco que mi sangre vampírica me dé mayor resistencia –comentó-. Los niños sí que tienen energía.
-Es cierto.
-Gaara-san, ¿te ocurre algo? Has estado raro todo el día.
-Sólo pensaba… Lucías realmente feliz jugando con los cachorros.
-Jejeje, sí, fue muy divertido.
Gaara lo observó fijamente. Él mejor que nadie (y que Itachi no se atreviera a decir lo contrario) conocía la personalidad de Sai, no en vano llevaban varios años juntos. Estaba convencido de que el moreno sería un magnífico padre, y la verdad es que al ver a las familias de los demás, él también añoraba tener hijos con el príncipe. Sin embargo, eso no sería posible a menos que él mismo (el activo de la relación) los tuviera, pues en una pareja del mismo sexo, sólo el licántropo podía engendrarlos.
-Gaara-san… ¿por qué me miras de esa manera?
Sin previo aviso el lobo jaló al pelinegro y lo besó. Ya había tomado una decisión, y estaba seguro que jamás la lamentaría, sino todo lo contrario.

Un mes después, Sai y Gaara se encontraban en el gremio principal, pues Itachi y Deidara estarían una temporada ahí encargándose de ciertas responsabilidades correspondientes a la familia real, y más específico, a quienes tenían el trono.
-Espera –pidió Itachi-, ¿puedes repetirlo?
-Sí –sonrió su hijo-. Dije que voy a ser padre, lo que significa que serás abuelo, Itachi-sama.
-¡Kyaaa! –gritó el rubio emocionado
-¡Abuelo! –exclamó Itachi y comenzó a examinar de arriba abajo a Sai- ¿De verdad?
-Oye, deja de toquetearlo –ordenó el pelirrojo de mal humor
-Pero creía que un vampiro no podía embarazarse –dijo el rey
-No –el pintor amplió su sonrisa-, no puede.
Fue entonces que las miradas se posaron sobre Gaara, quien se sonrojó levemente y arrugó el ceño.
-No me vean así –les dijo
-¡Voy a ser tío! –dijo Deidara y recapacitó- Un momento, pero Sai es hijo de Itachi, lo que lo volvería mi hijastro, eso significa que el cachorro también sería mi nieto, ¿no? -se jaló el cabello- ¡Estoy es muy complicado!
-Muchas felicidades, hijo –lo abrazó Itachi y miró al lobo mayor con soberbia-. Esperaré ansioso porque me des un lindo y saludable nieto, Gaara.
-Vete al diablo, idiota.
-Ojalá que no le pegues ese vocabulario al bebé.
Con sus ojos aguamarina observaba al rey de manera asesina, aunque éste se limitaba a sonreír con malicia. Sai reía mientras el rubio solamente suspiraba.
-Deidara-kun –llamó el pelinegro-, ¿y cuándo me convertiré en aniki?
El aludido se sonrojó completamente y fingió toser. Todavía no se sentía preparado para dar un paso así, sin embargo, no le desagradaba la idea de tener hijos con Itachi. Especialmente ahora que veía a Sai y Gaara que comenzarían a formar su propia familia.

II. La petición

II. LA PETICIÓN

Cerca de dos años habían transcurrido después de la guerra. Las cosas ya estaban más ordenadas dentro de los distintos gremios vampíricos, sin embargo no podían descuidarse. Aquella noche Itachi, rey de los vampiros, se encontraba visitando a Minato. Unos meses atrás el rubio había nombrado como nuevo jefe supremo de los hombres lobo a Gaara (puesto que desempeñaba desde el final de la guerra, aunque no de manera formal), pues en su actual condición él no podía continuar con ese deber y además confiaba plenamente en el pelirrojo.
-Creo que es hora de retirarme para dar paso a las nuevas generaciones –dijo Minato, quien aún tenía que usar vendajes sobre sus ojos
-No estás tan viejo, Otou-san –regañó Deidara-. Aunque concuerdo en que te mereces un buen descanso.
-Gracias, hijo.
-También vine porque hay algo muy importante que quería decirte, Minato –habló Itachi, sentado a su lado, e inclinó la cabeza a pesar de que sabía que el otro no podía verlo-. Pido tu permiso para que me dejes tomar a Deidara como mi pareja.
El rubio menor se sonrojó completamente. Sabía bien que desde hacía meses Itachi tenía planeado hacer eso, pero como había estado muy ocupado decidió esperar un poco. Por su parte, Minato lo meditó por unos segundos y luego sonrió.
-Por mí encantado de que mi hijo esté contigo, Itachi, pero es Deidara quien debe decidir.
-¿Entonces tú qué dices, Dei? –le preguntó
-Hum… Pues no tendría por qué negarme, ¿cierto? –desvió la cara con vergüenza
-Jejeje, muchas gracias.
-Me alegra mucho tu formalidad para este asunto tan importante, Itachi –dijo el mayor
-No es nada, al contrario, así es como estos temas deben tratarse.
Le tembló un ojo de sólo recordar la expresión burlona de Gaara cuando él y Sai le dijeron que ya eran pareja. Vamos, nada le costaba al pelirrojo asaltacunas avisarle que ya iban a dar ese paso tan importante; no es como si él fuese a negarles su permiso, si siempre aprobó su relación.
-¿Todavía no lo superas? –preguntó Deidara
Tanto él como su padre rieron ante el mutismo del pelinegro. Realmente era gracioso ver al gran líder de Akatsuki y actual rey vampiro de aquella forma.
-Ah, es cierto –dijo de pronto Itachi poniéndose de pie-. Si nos disculpas, Minato, volveremos en un rato.
-Claro.
-¿A dónde vamos? –cuestionó el menor siendo jalado
-Hay alguien más a quien necesito pedirle permiso antes de desposarte.
-¡No lo digas así! –gritó poniéndose rojo

Fueron a la colina y se detuvieron ante la única tumba que ahí se encontraba. Itachi se agachó para depositar un ramo de rosas rojas que traía cargando. El rubio se limitó a quedarse de pie y observarlo en silencio.
-Escuché que te gustaban las rosas blancas porque Sasuke te las regalaba siempre –dijo acariciando la tumba-, pero te traje estas rosas rojas porque son las que crecen en mi jardín –suspiró-. Cuñado, quiero tu permiso para tomar como mi pareja a Deidara. Te juro por mi vida, la vida de mi hijo y la memoria de mi otouto, que siempre lo protegeré y daré todo mi esfuerzo para hacerlo feliz.
El ojiazul no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Sacó su collar y lo apretó con fuerza. Itachi se puso de pie y, sonriendo levemente, lo abrazó con cariño besando su cabeza.
-Mi intención no era hacerte llorar, Dei.
-Lo sé…
Estuvieron un largo rato así hasta que el rubio se calmó. Faltaba poco para el amanecer, por lo que decidieron que era hora de volver a la guarida de la Hermandad. Deidara se detuvo unos instantes y volteó a ver la tumba al tiempo que sonreía con sinceridad.
-Cuñado –murmuró-, te prometo que lo haré tan feliz como tú a mi nii-san.
-¡Dei, date prisa!
-¡Ya voy, no me presiones!
Había sido largo el camino para llegar a ese momento, sin embargo eso es lo que lo volvía tan especial. El desenlace de una etapa y el inicio de una nueva.

I. El anuncio

I. EL ANUNCIO

Un año había transcurrido desde el final de la guerra que duró casi un siglo. Los vampiros y hombres lobo ponían su mayor esfuerzo en crear ese nuevo mundo donde pudieran vivir pacíficamente, pero todavía faltaban muchas cosas por hacer, especialmente porque quedaban dentro de ambas especies quienes seguían renuentes al cambio.

Durante ese año, si bien Itachi era reconocido como el nuevo rey de los vampiros, la coronación oficial todavía no se llevaba cabo. Kisame, Shino y Karin lo convencieron de que había llegado el momento para ello, pues también debía proclamar nuevos cambios en la jerarquía vampírica: Hinata sería la líder el gremio Hyuuga en reemplazo de su padre fallecido; el gremio Yamanaka cambiaría su nombre por gremio Rinnengan en honor de su nuevo líder, Pein; y el más importante de todos, Sai dejaría su puesto de segundo príncipe para convertirse en el sucesor directo del trono, tomando también con ello el mando y responsabilidad del gremio Uchiha como primer príncipe.

-Lo que significa que finalmente me mudaré de aquí.

Aquella noche Sai se encontraba con Gaara en la colina donde estaba la tumba de Naruto, Sasuke y su bebé. Al lado de ella, el pelinegro sugirió hacer un monumento a todos los caídos durante la guerra, por lo que ahora se podía apreciar una enorme piedra con cientos de nombres grabados en ella. El pelirrojo miró de reojo al chico. Por la madrugada Itachi les había anunciado que la coronación se llevaría a cabo la noche siguiente en el restaurado gremio principal, por lo que él y Sai, quien pasaba la mayor parte del tiempo viviendo en la guarida de la Hermandad, se mudarían a sus respectivos gremios para cumplir sus deberes.
-Será un poco triste ya que me había acostumbrado a vivir en este lugar –siguió hablando el pelinegro-, además ya no podré ver a Gaara-san tan seguido como hasta ahora.
-Hum…
-Pero no te librarás de mí tan fácilmente –sonrió un poco-, vendré siempre que pueda y también traeré flores para Ino-san.
El  lobo apretó los puños. No le molestaba que el vampiro se preocupara tanto por llevarle flores a Ino casi todos los días (él hacía lo mismo por Naruto y su familia), lo que no le gustaba era que Sai se marchara de aquel lugar la noche siguiente. No es como si los separara una enorme distancia, al contrario, seguirían viviendo en la misma región, sin embargo ya se había acostumbrado demasiado a la compañía del moreno. Y no quería renunciar a ella.
-Hay una forma –le dijo de pronto
-¿Eh?
-Hay una forma para que no tengas que irte de aquí, o al menos no de forma tan permanente ni pronta.
-¿De verdad? –preguntó emocionado- ¿Cuál es, Gaara-san?
La cara del mayor se sonrojó un poco, decir aquello era muy vergonzoso. Sai lo miró fijamente y soltó una carcajada, ya que entendió todo sólo con ver la expresión del otro.
-Claro, qué despistado soy. Ha pasado un año y a ninguno de los dos se nos había ocurrido sugerirlo –se rascó la mejilla con pena
-… Tal vez sea demasiado pronto –balbuceó Gaara deseando que la tierra se lo tragara-. Hemos estado muy ocupados y… bueno, tú aún eres bastante joven, así que…
-Gaara-san –lo interrumpió-, yo he estado completamente seguro desde que me di cuenta de lo que sentía por ti: te amo y es por eso que quiero vivir mi larga vida vampírica a tu lado.
El pelirrojo observó la seguridad con que Sai dijo aquellas palabras y no pudo evitar sonreír levemente orgulloso. Vaya que el príncipe había madurado, y sin embargo todavía poseía aquella aura sincera y amable por la que no pudo evitar caer ante él.
-Comprendo –contestó el lobo y extendió el brazo-. Entonces… comencemos llevando a cabo el intercambio de sangre.

La noche siguiente todos los que asistirían a la ceremonia se preparaban para salir. Minato aún se encontraba en reposo, por lo que se quedaría en la guarida bajo el cuidado de Jiraiya y Tsunade.
-¿Y dónde está Gaara-san? –preguntó Deidara
-Ah, me envió un mensaje al celular diciendo que nos vería allá –respondió Sasori
-En ese caso será mejor que nos marchemos –propuso el rubio
-Te debes estar muriendo por ver a tu rey –se burló su amigo
-¡No molestes!
-Chicos, contrólense durante la ceremonia –pidió Minato-. Hijo, tengan cuidado. Y saluda y felicita a Itachi de mi parte.
-Sí, descuida, Otou-san.
Ellos dos se marcharon para reunirse con el grupo de lobos que los acompañaría. Minato sonrió y alzó una mano para tocar el vendaje que cubría sus ojos.
-Me hubiera gustado estar con ellos hoy.
-Todavía necesitas descansar –le recordó Tsunade-. Estuviste a punto de morir; tu recuperación va bien, pero te falta tiempo para que se complete.
-Lo sé –rió-, pero me preocupa un poco que Itachi vaya a intentar matar a Gaara-kun.
-Jajaja, no creo que sea para tanto –rió también su maestro-. La verdad es que sí me sorprendió ver a esos dos esta mañana.
-Era algo que pasaría tarde o temprano –dijo la rubia y sonrió-. Aunque a mí también  me encantaría ver la cara que todos pondrán, especialmente cierto padre protector.

En el gremio principal, Itachi estaba terminando de arreglarse para la ceremonia con ayuda de Kisame. Tenten le llevó su espada (la misma que originalmente había mandado hacer para Sasuke), pero antes de irse fue detenida por el pelinegro.
-¿Sai no ha llegado? –le preguntó
-No, Itachi-sama.
-Quizá venga con Deidara y los otros –opinó Kisame
-Eh… Ayer por la noche que fui a llevarle su ropa, Sai-sama no se encontraba –dijo la sirvienta-. No creerán que le pudo haber pasado algo malo, ¿verdad? –añadió preocupada
-Lo dudo, ya nos habríamos enterado –contestó el comandante
-Ahora que lo pienso… tampoco miré a Gaara-san por ningún lado.
Kisame tuvo que aguantarse la risa al ver el ceño fruncido de su amigo. Cierto que Itachi aprobaba la relación entre Sai y Gaara, pero eso no evitaba que tuviera una vena de padre sobreprotector con su único hijo.
-Ya llegará –dijo el peliazul-, no te preocupes.
-… De acuerdo.

En la ceremonia ya estaban los líderes, jefes y representantes (junto con varios de sus subordinados) de cada región: Hinata, Hanabi, Neji, Lee y Kakashi por el norte; Karin, Juugo, Suigetsu, Kankurou y su esposa Ringo por el sur; Pein, Konan, Shikamaru y Temari por el este; Shino, Kiba, Hidan, Kakuzu, Kisa y Yamato por el oeste; y por el centro estaban Deidara, Sasori, y claro, Kisame, aunque se suponía que el jefe de los lobos debía ser Gaara, quien seguía ausente. La coronación la oficiaría Orochimaru a falta del rey anterior. Justo antes de comenzar, Itachi percibió las presencias de los dos invitados importantes que faltaban, pero había algo raro.
-Sentimos la demora, Itachi-sama.
Todos estaban sorprendidos por ver a un alegre Sai tomado de la mano de un serio y tranquilo Gaara. Los demás sabían de sobra que entre esos dos había una relación, pero nunca los habían visto tenerse muestras de cariño de ese tipo en público.
-U-Un momento –Itachi se les acercó y observó al pelirrojo-. Tú… ¿qué rayos hiciste? ¿Por qué mi hijo huele diferente?
-Bueno, eso suele suceder cuando se lleva a cabo el intercambio de sangre, de mordidas y… ya sabes, lo otro –sonrió son maldad. Sí, por fin podría vengarse por todas las veces que el pelinegro lo había molestado
-¡Gaara-san y yo somos pareja oficialmente y para siempre! –declaró Sai con alegría y mostró la marca de mordida en su cuello
-¡¿Qué?!
Kiba fue el primero que corrió a felicitarlos, seguido de Shino quien traía en brazos a su bebé. Después fue Tenten y, una vez salieron de su asombro, los demás la siguieron. Pein y Kisame intentaban hacer que Itachi reaccionara, aunque no podían culparlo: una noche te despides de tu hijo y a la siguiente te enteras de que ya se emparejó para toda la vida con otro sujeto.
-Lo cual significa que nuestro pequeño príncipe ya no es para nada virgen –comentó Hidan con malicia
-Con eso sólo empeoras las cosas –le dijo Kakuzu, suspirando
-¡Idiota, no te pongas así! –llegó Deidara pateando al rey- Gaara-san es una persona excelente, por eso Sai lo eligió. Anda, tienes que felicitarlos.
-…
-Itachi-sama –llamó Sai, acercándosele junto con el pelirrojo-, sé que esto fue muy repentino, pero lo hice porque no quería tener que alejarme de Gaara-san. Lo siento.
-… No tienes que disculparte –contestó su padre por fin reaccionando-, ya eres mayor y sabes lo que haces. Yo únicamente quiero que seas feliz, hijo.
-Gracias, Otou-sama –le sonrió con alegría
-En cuanto a ti –miró al pelirrojo de forma asesina-, ya hablaremos seriamente después de la ceremonia.
-Esperaré ansioso –sonrió con presunción-, suegro.
De aquella forma se llevó a cabo la ceremonia con las constantes miradas retadoras entre el nuevo rey y cierto lobo. Sai seguía sonriendo felizmente mientras Deidara se preocupaba por la integridad de Gaara. Esperaba que Itachi jamás se pusiera a investigar a fondo qué hicieron esos dos durante todo el día que estuvieron desaparecidos.