Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



lunes, 6 de febrero de 2012

III. La noticia

III. LA NOTICIA

Ya habían transcurrido ocho años desde el final de la guerra. Las cosas estaban en enorme calma entre ambas especies. Aquél día las familias mezcladas habían decidido reunirse, era una especie de tradición que habían adoptado debido a que los vampiros emparejados (es decir, casados) con licántropos ya podían estar bajo la luz del sol.
-Se siente tan bien venir al centro de vez en cuando –comentaba Kiba sentándose bajo el sol
-Es cierto –respondió Shino bebiendo té
-¿Qué tal ha estado el gremio principal? –preguntó Pein
-Todo tranquilo, aunque costó trabajo estabilizarlo –respondió Itachi y sonrió-. Pero ha valido la pena.
Deidara, con ayuda de Tsunade y Konan, llevaron más comida y bebidas. Después el rubio se sentó junto a Gaara, quien tenía la vista fija a unos metros de ahí.
-¿Pasa algo, Gaara-san?
-No, nada.
Lo que el jefe de los licántropos contemplaba era a Sai quien jugaba en el pasto con Aburame Kino (hijo de Shino y Kiba), Rinnengan Ayumi (hija de Pein y Konan) y Hatake Iruka (hija de Kakashi y Anko), ésta última llevaba varios días en el centro ya que su padre había ido a visitar a Minato. Los tres niños se arrojaron sobre el pelinegro y lo tiraron al suelo, riendo.
-Sai es muy bueno con los niños –señaló Tsunade
-De por sí él siempre ha sido muy amable –dijo Itachi-, aunque debe comportarse así con ellos por la infancia tan difícil que tuvo.

Por la noche Sai y Gaara se encontraban en su casa dentro del territorio de la Hermandad. El menor estaba sobándose los hombros y el cuello.
-Agradezco que mi sangre vampírica me dé mayor resistencia –comentó-. Los niños sí que tienen energía.
-Es cierto.
-Gaara-san, ¿te ocurre algo? Has estado raro todo el día.
-Sólo pensaba… Lucías realmente feliz jugando con los cachorros.
-Jejeje, sí, fue muy divertido.
Gaara lo observó fijamente. Él mejor que nadie (y que Itachi no se atreviera a decir lo contrario) conocía la personalidad de Sai, no en vano llevaban varios años juntos. Estaba convencido de que el moreno sería un magnífico padre, y la verdad es que al ver a las familias de los demás, él también añoraba tener hijos con el príncipe. Sin embargo, eso no sería posible a menos que él mismo (el activo de la relación) los tuviera, pues en una pareja del mismo sexo, sólo el licántropo podía engendrarlos.
-Gaara-san… ¿por qué me miras de esa manera?
Sin previo aviso el lobo jaló al pelinegro y lo besó. Ya había tomado una decisión, y estaba seguro que jamás la lamentaría, sino todo lo contrario.

Un mes después, Sai y Gaara se encontraban en el gremio principal, pues Itachi y Deidara estarían una temporada ahí encargándose de ciertas responsabilidades correspondientes a la familia real, y más específico, a quienes tenían el trono.
-Espera –pidió Itachi-, ¿puedes repetirlo?
-Sí –sonrió su hijo-. Dije que voy a ser padre, lo que significa que serás abuelo, Itachi-sama.
-¡Kyaaa! –gritó el rubio emocionado
-¡Abuelo! –exclamó Itachi y comenzó a examinar de arriba abajo a Sai- ¿De verdad?
-Oye, deja de toquetearlo –ordenó el pelirrojo de mal humor
-Pero creía que un vampiro no podía embarazarse –dijo el rey
-No –el pintor amplió su sonrisa-, no puede.
Fue entonces que las miradas se posaron sobre Gaara, quien se sonrojó levemente y arrugó el ceño.
-No me vean así –les dijo
-¡Voy a ser tío! –dijo Deidara y recapacitó- Un momento, pero Sai es hijo de Itachi, lo que lo volvería mi hijastro, eso significa que el cachorro también sería mi nieto, ¿no? -se jaló el cabello- ¡Estoy es muy complicado!
-Muchas felicidades, hijo –lo abrazó Itachi y miró al lobo mayor con soberbia-. Esperaré ansioso porque me des un lindo y saludable nieto, Gaara.
-Vete al diablo, idiota.
-Ojalá que no le pegues ese vocabulario al bebé.
Con sus ojos aguamarina observaba al rey de manera asesina, aunque éste se limitaba a sonreír con malicia. Sai reía mientras el rubio solamente suspiraba.
-Deidara-kun –llamó el pelinegro-, ¿y cuándo me convertiré en aniki?
El aludido se sonrojó completamente y fingió toser. Todavía no se sentía preparado para dar un paso así, sin embargo, no le desagradaba la idea de tener hijos con Itachi. Especialmente ahora que veía a Sai y Gaara que comenzarían a formar su propia familia.

4 comentarios:

  1. jaja ese gaara y sus comentarios, ni que le quedara mas remedio que hacer lo que ita decia jaja

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  2. kyyyyyyyaaahhhh
    lo maximoooo

    me gusto muchoooo

    jajajjaja

    me mate de risa con
    la confusion de Dei
    jajajajjaa que complicada
    es su situacion ajajjajajja
    y esa pregunat de Sai jajajajajja, Dei ya debe estar preparandose jejejejejejee
    aaaaaahhh que ternuraaaaaaaaaa
    kyyyyyyyyaaaaahh!!!
    jejejejejje
    vinieron de nuevo mis tios a auxiliarme
    jejejejje
    paresco loca gritando asi
    jajajajja

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    1. Muchas gracias!! Y sí, hicieron un lío familiar ahí, jejeje. Insisto, pobres de tus tíos XD

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