Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



sábado, 22 de junio de 2013

Tercera memoria


Holi hola, gente bonita!! Una vez más les traigo la actualización del blog y esta vez se trata de una memoria sobre la pequeña Hatsuki XD Por cierto, tengo dos más escritas, una es de Shiro y Kai (Kyuu: Para quienes pidieron leer algo de ellos) y la otra es sobre Namikaze Kazuya y Uchiha Shizuka, jeje. Pero no les adelanto más de momento, mejor pasen a lo que vinieron aquí: ¡¡a leer!!

 

Memorias de nuestra nueva vida III


III

UCHIHA HATSUKI

 

El clan Uchiha Namikaze-Uzumaki era sumamente conocido dentro de las naciones ninja. Además de que sus líderes eran el actual Hokage de Konoha además de gran héroe de la Cuarta Guerra Ninja y su esposo, el capitán de toda la fuerza Anbu, estaban emparentados con el actual Kazekage de Suna y su esposo quien fungía como su guardaespaldas. El fruto de la unión entre las dos familias y aldeas era Uchiha Hatsuki (6 años), la primogénita de Uchiha Shizui (27 años) y Sabaku no Yuuzuki (25 años).

 

Hatsuki era famosa en su aldea natal desde antes de nacer. Con tan sólo seis años se esperaban grandes cosas de ella. Y no únicamente lo era en ese lugar. En la aldea de Suna también su nombre resultaba conocido, sobre todo porque durante sus visitas al hogar natal de su pelirrojo padre, su tío Sabaku no Hayate (28 años) presumía de ella a diestra y siniestra, mientras que sus abuelos la consentían mucho. Aunque en realidad los cuatro abuelos actuaban así.

 

Era todavía pequeña, a pesar de eso ya tenía bastante desarrollado su instinto protector cortesía de sus genes Uchiha. Las mejores pruebas de ello eran Namikaze Kazuya (3 años), su primo, y especialmente Uchiha Shizuka (2 años), su adorado otouto. Ella amaba incondicionalmente a esos dos y los cuidaba mucho (aunque el sentimiento era recíproco por parte de ellos). Ahora que estaba a punto de entrar a la Academia ninja tendría menos tiempo para estar con los pequeños, era lo único que lamentaba.

 

Aquella mañana la niña se encontraba entrenando en los límites del bosque cuando escuchó un estruendoso y conocido sonido acercándose hacia ella.

-¡Hatsuki-chan!

En segundos llegó a su lado su tío más joven, Uchiha Itachi (18 años), quien traía cargando unas manzanas y sonreía con la alegría de siempre.

-Oí que estarías aquí y vine a echarte una mano, pero primero comamos algo, jejeje –le señaló las frutas

 

El rubio se sentó sobre una roca junto a la niña y le dio una manzana. Hatsuki lo veía comer la fruta sin borrar su deslumbrante sonrisa y le dio un mordisco a la suya, sabía deliciosa.

-Mmm… Ita-chan.

-¿Qué pasa? Puedes hablar conmigo de lo que sea. Excepto temas de mujeres, por favor.

-Cuando entraste a la academia, ¿no te asustaba fallar a lo que todos esperaban de ti? No quiero que por mi culpa digan algo de nuestra familia.

-Hatsuki-chan, poco antes de que ingresara a la academia Otou-san y Otou-chan me dijeron que no me preocupara por lo que pensaran los demás y que hiciera las cosas a mi ritmo. Te aseguro que aniki, Yuu-chan y todos queremos lo mismo para ti –le revolvió el cabello con cariño-. Lo único que nos importa es que nuestra Hatsuki-chan sea feliz.

-¿En serio?

-Oye, dime una vez en que te haya mentido –simuló sentirse ofendido

-Jejeje, nunca, Ita-chan.

-Exactamente. ¡Lo tengo! Te llevaré a un lugar que siempre me levanta el ánimo.

 

Con la niña en brazos del rubio llegaron a Ichiraku donde se encontraron con la pareja legendaria por sus discusiones.

-Después de este tazón te arrastraré de vuelta a la oficina, usuratonkachi.

-Sí, sí, ahora déjame comer en paz, teme.

-¡Naruto Jii-chan, Sasuke Jii-san! –la niña se bajó de brazos de Itachi y corrió hacia ellos

-¡Hatsuki-chan! Ven y come conmigo, el teme invita.

-Encárgate de lo tuyo, dobe –sonrió a su nieta-. Tú sí pide todo lo que quieras, Hatsuki.

-¡Sí!

Volteó a ver a Itachi quien asintió y ella le sonrió en agradecimiento. Ahora se sentía mucho mejor y seguiría las palabras de su rubio tío. Después de todo, sin importar lo que pasara en el futuro, tendría a su familia para apoyarla.

domingo, 16 de junio de 2013

Nueva Memoria

Holi hola, gente bonita!!
El día de hoy les traigo la segunda Memoria de Nuestra Nueva Vida, la cual tiene como protagonistas a la familia del querido Fumiya, jeje, para todas sus fans y espero que les guste. Y sigo trabajando en mis fics, ya casi acabo Ayuda demoniacca 2.0, estoy tratando de que el siguiente capítlo sea el último, pero aguanten un poco más u.u Sin más por el momento, pasen a lo que vinieron a mi fumado blog: ¡¡a leer!!

Memorias de nuestra nueva vida II


II

FAMILIA NAMIKAZE-YAMAMOTO    

 

A los dieciocho años la vida del tercer hijo del clan Uchiha Namikaze-Uzumaki cambió tras la noticia de que sería padre, por lo que pocos días después de enterarse contrajo nupcias con su pareja y se mudaron a una casita del antiguo barrio Uchiha. Ahora Namikaze Fumiya (19 años) y Yamamoto Kazuomi (20 años) vivían como un feliz familia junto a su hijo Namikaze Kazuya (1 año). Claro, siempre que no se la pasaban discutiendo y alegando, era parte de sus personalidades y el pequeño ya se había acostumbrado a ver así a sus progenitores.

 

-Rayos, sigues siendo mejor cocinero que yo, Bakamiya.

Aquél día los tres se encontraban comiendo en casa luego de que Kazuomi regresara de una misión que lo tuvo fuera de la aldea dos semanas. Y el comentario se debía al guisado que el pelirrojo cocinó.

-Evidentemente, Kazu-chan. Aprendí de aniki y nee-san.

-Hum… vanidoso. Ah, ¿entonces Itachi es el único que no cocina?

-Consideramos que sería peligroso, por ser tan hiperactivo seguro habría incendiado la cocina y de paso la casa.

-Se oye muy exagerado, no creo que –por su mente pasó la estridente risa de su rubio cuñado-… No, sí sería algo peligroso.

-Ita-chan es gracioso –decía su hijo con alegría

 

Escucharon goles en la puerta de entrada y Fumiya se levantó para ver quién era. Al otro lado de la puerta se encontró con su cuñado Yuuzuki (22 años) quien en sus brazos traía a la pequeña Hatsuki (3 años).

-¡Fu-chan! –saludó la niña

-Hola, Hatsuki –le acarició la cabeza con cariño-. Qué tal, Yuuzuki nii.

-Siento molestarlos, Fu-chan, pero necesito que por favor cuiden un rato a Hatsuki. Shiro nii-san me mandó llamar y todos tus hermanos están de misión.

-No te preocupes sabes que nos agrada quedarnos con ella.

-¡Muchas gracias! –sonrió y le pasó a la niña- Hatsuki-chan, se buena niña con tus tíos t Kazuya-chan, volveré por ti más tarde.

-Sí, tou-chan.

-Saluda a Kazuomi y Kazuya-chan de mi parte –dicho eso besó a su hija y desapareció

 

Fumiya dio media vuelta y regresó al comedor. Su pequeño ya estaba en el suelo jugando, de modo que la morena gritó emocionada y fue a abrazarlo como si fuera un peluche.

-¡Kazu-chan! –gritó mientras el niño se dejaba hacer

-Yuuzuki nii nos encargó cuidarla un rato –informó Fumiya

-Ya veo –se acercó a la niña, sonriéndole-. ¿Cómo has estado, Hatsuki-chan?

-Muy bien, Kazu-chin.

A Kazuomi le tembló un ojo. Para bien o mal a la pequeña se le había quedado llamarlo por el mismo apodo que le puso Hayate. Se limitó a suspirar y dejar jugando a los dos niños.

-Parecen llevarse muy bien –señaló el castaño

-Quizá porque ambos son hijos únicos.

-Yo también lo fui, en cambio tú creciste con tres hermanos más, debió ser muy divertido.

El pelirrojo asintió. Viendo a ese par de primos le recordaban cuando Miku e Itachi lo estrujaban de la misma manera y peleaban por él mientras Shizui sólo se reía, cuidándolos y velando por ellos en todo momento.

-Quiero más hijos –declaró de golpe

Kazuomi escupió el té que estaba bebiendo y lo miró con la cara completamente roja. El Namikaze seguía con el rostro sereno de siempre, sin embargo no pudo evitar sonreír un poco ante la expresión de su esposo.

-¿Por qué pones esa cara tan ridícula, torpe?

-¡C-Cállate, idiota!

Comprendía las palabras de su compañero ojiazul. Él que quedó sólo a temprana edad tras las muertes de sus padres, se sintió muy feliz cuando se emparejó con Fumiya y pasó a formar parte de su familia. Por su parte, el Namikaze declaró aquello porque, a pesar de su carácter, se sentía orgulloso por los escandalosos padres y hermanos con los que creció, así que quería algo igual para Kazuya y también para Hatsuki. Seguro un día su aniki y su cuñado favorito se encargarían de esto último.

domingo, 9 de junio de 2013

Actualizando el blog

Holi hola, gente bonita!!
No quería que se me acabara la semana sin comenzar a actualizar el blog, justo como lo prometí XD (Kyuu: En Mexicali son las 11:26 pm, así que todavía vale ¬¬). Voy a comenzar a subir una nueva saga de memorias a las que llamé Memorias de Nuestra Nueva Vida, ya que se ubican después de Nuestro Futuro y Nuestra Nueva Vida, espero sean de su agrado. El tiempo me gana, así que por hoy les traigo la primera que tiene como protagonistas a Shizui y Yuuzuki, jeje. Tengo otras más, pero las iré subiendo con más calma (Kyuu: Y también está trabajando en Ayuda demoniaca 2.0  y Romeo v/s Romeo, sólo tengan bastante paciencia u.u). Se me cuidan mucho y nos seguimos leyendo.

http://higary-infoyaoifics.blogspot.mx/2013/06/memorias-de-nuestra-nueva-vida-i.html

Memorias de nuestra nueva vida I


I

FAMILIA UCHIHA-SABAKU NO          

 

Uchiha Shizui (20 años) caminaba rumbo a la Torre del Hokage para entregar el reporte de su última misión. Últimamente estaba muy ocupado, ya que además de las misiones él y sus hermanos estaban haciendo los preparativos para la celebración del cumpleaños de su rubio progenitor. Sin embargo el chico desvió su camino porque vio a lo lejos a Sabaku no Yuuzuki (18 años), su pelirrojo esposo, en compañía de Tsunade.

-¿Sucede algo? –preguntó acercándoseles

-¡Shi-chan! ¿No deberías estar con Naruto-sama?

-Me retrasé un poco. Pero no has respondido mi pregunta.

-Eres igual de exagerado que Sasuke –intervino la rubia, sonriendo-. Yo debo irme y ustedes necesitan hablar. Cuídate mucho, Yuuzuki.

-Sí, muchas gracias, Tsunade-sama.

La mujer se marchó y, una vez los otros dos se quedaron a solas, el moreno volvió a examinar minuciosamente a su consorte, quien se limitaba a sonreír ante su actitud.

-Deja de mirarme así, Shi-chan, y mejor invítame a comer. Estoy muriendo de hambre.

 

Ambos fueron al Ichiraku y cada quien pidió un tazón de ramen. El Sabaku saboreaba sus fideos alegremente mientras Shizui le lanzaba miradas de reojo intentando ver algo fuera de lo común. En eso estaba cuando vieron aparecer a Shikamaru en el local.

-Hola, Shikamaru oji-san –saludó el pelirrojo

-Hola, Yuuzuki, Shizui. Tsk, ¿han visto a nuestro problemático Hokage? Creí que lo hallaría aquí.

-Yo pensé que estaba en su oficina y por eso iba hacia ella –dijo el Uchiha-. Mmm… ¿habrá ido a la Academia?

-Ni idea, con él todo es posible –suspiró con fastidio-. Seguiré buscándolo y ya verá cuando lo encuentre.

-Trata de no ser muy duro con él, Shikamaru-san.

-No prometo nada –luego se le quedó mirando fijamente a su sobrino, entrecerró los ojos y volvió a suspirar-. Ya veo… Gaara lucía igual en su momento. Cuídate mucho, Yuuzuki.

-Por supuesto, oji-san.

El Nara se alejó del restaurante, dejando a la pareja sumida en una extraña atmósfera. Shizui sujetó la mano del pelirrojo para que lo encarara de frente.

-¿Qué fue eso? Me estás ocultando algo, Yuuzuki.

-Quería que fuera una sorpresa hasta el cumpleaños de Naruto-sama, pero conociéndote dudo que resistas hasta entonces sin saberlo –sonrió y la mano que lo sujetaba la llevó sobre su vientre-. Estoy esperando un hijo.

-… -se quedó en shock

-Shi-chan, ¿escuchaste lo que dije?

-¿Eh?, ¿un hijo? –repitió- ¡¿Un hijo tuyo y mío?!

-Pues tú eres mi esposo, ¿de qué otro hombre esperaría un bebé?

Shizui siguió ido unos segundos hasta que reaccionó y se levantó de golpe, jalando al otro y cargándolo en sus brazos para luego abrazarlo fuertemente.

-¡Seré padre! ¡Yuuzuki, gracias, muchas gracias!

-No necesitas agradecerme, Shi-chan, esto es lo que ambos deseábamos.

Los dos sonreían y se miraban con cariño para después besarse tiernamente bajo las miradas de todos los aldeanos que estaban cerca de ahí. El moreno finalmente volvió a bajarlo al piso y le sujetó las manos.

-No se lo dije a Shikamaru-san, pero si no está en su oficina ni aquí, seguro Otou-chan está en casa porque Otou-san descansaría hoy –sonrió-. Debemos ir a darles la gran noticia.

-¡Por supuesto!

 

Estaban seguros de que Sasuke y Naruto se emocionarían al saber que serían abuelos, ni qué decir de Sai y Gaara. Y claro, sin olvidar a sus hermanos. Aquél bebé que venía en camino sería el primero de una nueva generación en su numerosa familia.