NUESTRA
NUEVA VIDA V
UCHIHA
MIKU Y SABAKU NO HAYATE II
No pasó mucho tiempo para que se propagara
la noticia sobre el compromiso matrimonial entre Sabaku no Hayate (28 años) y
Uchiha Miku (24 años). Esto causó gran expectativa no sólo en sus aldeas, sino
también en las otras naciones ninja, ya que sería la segunda boda entre hijos
de los actuales Kazekage y Hokage.
Ese día Miku se encontraba en su habitación
empacando sus cosas, pues saldría en una misión con varios Anbu. Estaba
terminando cuando escuchó pasos entrar a su habitación.
-Otou-san, Otou-chan, ¿qué sucede?
-Vinimos a decirte que tengas mucho cuidado
–dijo Naruto-. Sabemos que eres fuerte, pero no te confíes.
-Eres excelente Anbu, Miku –añadió Sasuke-,
pero por lo que más quieras, no utilices los genes del usuratonkachi y hagas
alguna tontería.
-¡Te estás ganando unos buenos golpes,
bastardo! –amenazó el rubio
-Jajaja, muchas gracias, pero no se
preocupen. Prometo que seguiré las indicaciones del capitán. Además no puedo
darme el lujo de resultar herida –les guiñó un ojo-, todavía no he iniciado los
planes para mi boda.
Ella amaba incondicionalmente a su moreno
padre, sin embargo no podía evitar decir esos comentarios porque le divertía
mucho ver la cara que él ponía cuando hacían alusión al próximo casamiento de
su hija. Sí, debía admitirlo, atormentar a su Otou-san resultaba muy
entretenido.
-Quita esa cara, teme, estamos despidiendo
a nuestra hija.
-Despídanme de mis hermanos, no les quise
decir nada porque últimamente se ponen muy paranoicos en todo lo relacionado
conmigo.
-No puedes culparlos –bufó al azabache-.
Llegaste de repente y sin más nos sueltas la noticia de que te comprometiste
con Hayate.
-Deberías confiar en él, Sasuke, lo
conocemos desde bebé. Además es el hijo de Sai y Gaara, por eso sé que cuidará
muy bien de Miku.
-Tú mismo lo dijiste, usuratonkachi, es el
mocoso del pintor, por eso me preocupo.
-Ay, Otou-san, no importa cuánto lo
insultes. Todos sabemos que en el fondo aprecias a Sai-san.
-¡¿Qué?!
-Jajaja –se burló su esposo-, bueno,
dejemos ese tema de momento –alzó el pulgar y sonrió-. ¡Da tu mejor esfuerzo,
Mi-chan!
-¡Claro que sí, Hokage-sama!
La misión consistía en infiltrarse dentro
de una aldea que había caído en manos de un peligroso grupo de ninjas
renegados. Un habitante del lugar había logrado escapar y llegó a Konoha
pidiendo la ayuda del Hokage. Como los renegados pertenecían al país del
viento, Naruto informó al Kazekage de Suna, y junto con él coordinaron un plan
de acción para liberar a la aldea. Como en ocasiones anteriores, unieron
fuerzas enviando a algunos de sus más hábiles ninjas que formarían un escuadrón
de contraataque.
-¡Miku-chan!
Apenas se reunieron, Hayate extendió los
brazos y corrió hacia ella, quien lo recibió con una patada y las mejillas
ligeramente encendidas debido a las miradas burlonas de sus compañeros.
-¡Compórtate, idiota!
-Auch, tan intensa como siempre, Miku-chan.
-Uchiha-san tiene razón, Hayate-sama –habló
otro ninja de Suna-. Estamos en medio de una misión muy peligrosa.
-Jejeje, cierto. Lo lamento, Onogi-san. Ah,
ahí vienen con el reporte.
Sai llegó en compañía de otros dos ninjas,
chico y chica. Sonrió a la pelinegra y el resto de los enviados de Konoha
inclinaron la cabeza en señal de respeto.
-¿Cómo está la situación, Sai-sama?
–preguntó Onogi
-Tienen hombres apostados alrededor de la
aldea, tendremos que ser muy precavidos para infiltrarnos en secreto. El
verdadero peligro estará una vez que entremos, ya que su líder se encuentra muy
bien resguardado y además tienen de rehenes a los aldeanos.
La primera parte de la misión ocurrió justo
como la planearon, pero al momento de intentar capturar al líder de los
renegados se desató una feroz batalla. Miku se encontraba combatiendo con
varios enemigos para proteger a los aldeanos, pero en eso alcanzó a divisar a
un grupo de renegados intentando huir.
-Eso sí que no lo permitiré.
Con el Sharingan activado y utilizando el
Chidori se dirigió a atacarlos y detenerlos, provocando más caos. En medio del
conflicto aparecieron más renegados, provocando que descuidara uno de sus
flancos.
-¡Miku!
Hayate la cubrió de un ataque del líder,
pero provocando que éste le perforara una parte del estómago. El Sabaku alcanzó
a sujetarlo del brazo y aún con sangre saliéndole de la boca, sonrió.
-Muy mal hecho. Si quieres tocarle un solo
cabello, te perseguiré hasta el fin del mundo para destruirte.
Los refuerzos llegaron y lograron apresar a
sus enemigos. Una vez pudieron someter al líder, Hayate cayó de sentón al suelo
y corrieron a socorrerlo.
-¡Hayate!
Su novia examinó la herida, era bastante
profunda. La ninja médico del equipo se apresuró para intentar detener la
hemorragia. Sai se agachó a su lado.
-Resiste, Haya-kun. Estarás bien.
-Descuida, Tou-san –sonrió con dificultad-.
Soy muy fuerte.
-Ya logré contener el sangrado, Sai-sama
–avisó la médico-. Debemos moverlo a un lugar seguro donde pueda descansar y
tratar con más cuidado la herida.
-Bien. Miku, ocúpate de él, por favor. Debo
verificar que no queden más renegados y liberar a los aldeanos.
-Como diga, Sai-san. Te levantaré despacio,
Hayate.
-Por ti soportaría cualquier dolor,
Miku-chan.
Ella se mordió el labio y no dijo nada.
Todavía sentía los nervios a flor de piel luego de ver la grave herida que
sufrió el otro.
Pasaron dos días para que Hayate volviera a
abrir los ojos. Por la escasa luz que entraba en la habitación donde se hallaba,
seguramente era de madrugada. Volteó a un lado y se encontró con Miku durmiendo
en una silla. El joven sonrió con cariño y, a pesar del dolor que aún le
punzaba en el abdomen, extendió su mano para tocar la de la chica.
-Miku-chan –llamó en voz baja
De inmediato ella abrió los ojos y se
encontró con el sonriente rostro del pelinegro. Suspiró con alivio y luego su
mirada se tornó feroz.
-¡Idiota! ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Yo podía
haber esquivado o bloqueado el ataque! ¡Unos centímetros más y la herida habría
sido mortal!
-Jejeje, lo siento, pero en ese momento no
lo pensé. Mi instinto sólo me indicó que debía protegerte.
-Yo he entrenado mucho para ser fuerte y no
necesitar que alguien me proteja –agachó la cabeza-. ¿Crees que sería feliz si
dieras tu vida por mí?
-… Discúlpame –le acarició la mano-. No te
subestimo ni nada, si hasta acepto que eres más fuerte que yo. Pero soy un
hombre y te amo tanto que no soportaría perderte. Desde siempre has sido la
única para mí.
Miku apretó los puños y alzó la mirada con
decisión. Sus ojos negros se posaron fijamente en las aguamarinas del otro,
quien se desconcertó un poco por su actitud.
-¿Sucede algo?
-Mientras estabas inconsciente, hablé con
el líder de la aldea sobre cierto tema, y después de escuchar tus palabras sé
que estoy haciendo lo correcto –tomó aire y se puso seria-. Hayate, ¿te casas
conmigo aquí mismo?
-… ¿Eh? Espera, creo que por las medicinas
mi cerebro todavía no oxigena bien –se frotó la cabeza y luego abrió los ojos
de sobremanera-… ¡¿Qué?! M-Miku-chan, ¿ha-hablas e-en serio?
-Vaya, creo que es la primera vez que te
escucho tartamudear tanto.
-¡Miku!
-Claro que hablo en serio, tonto –sonrió
dulcemente-. ¿Acaso soy la clase de persona que bromearía con algo así?
-C-Claro que no, por eso casi me da un
infarto.
-Entonces, ¿cuál es tu respuesta a mi
proposición?
-… Jejeje, ni siquiera necesitas
preguntarlo, Miku-chan.
Ambos se escabulleron de los demás y con el
sol apenas saliendo por el horizonte llegaron ante el líder de la aldea quien
los esperaba para comenzar la ceremonia. Miku ayudaba a Hayate a caminar, pues
todavía le lastimaba la herida del estómago. Sin embargo, a unos metros antes
de llegar al lugar fueron interceptados por Sai, quien los observaba
seriamente.
-¿Qué creen que hacen aquí, chicos?
La pareja intercambió miradas nerviosas, de
modo que fue el hijo del pintor quien decidió responder.
-… Bueno, Otou-san, nosotros sólo… estamos
dando un paseo.
Miku se palmeó la frente con frustración. A
veces Hayate era tan malo para mentir.
-Ahh, así que un paseo. Entonces no creo
que necesiten estos –tomó una mano de su hijo y le depositó dos argollas de
matrimonio-. Por más que quisiera compartir el momento con ustedes, sería
injusto para Gaara, Naruto y Sasuke. Además de que si se enteran de que los
ayudé, querrán golpearme –sonrió y colocó las manos sobre los hombros de
ambos-. El paso que van a dar es muy importante, así que mejor prepárense.
Dicho eso el pelinegro se marchó. Hayate y
Miku volvieron a intercambiar miradas, pero esta vez sonrieron con alegría y
diversión. Sai tenía razón, cuando sus familias se enteraran armarían un gran
revuelo, sobre todo los varones de la pelinegra, sin embargo ya habían tomado
su decisión y no pensaban dar marcha atrás.
-Miku –llamó el pelinegro apretándole la
mano-… te juro que ni siquiera una vida será suficiente para demostrarte cuánto
te amo.
-Eso deberías decírmelo durante la
ceremonia –le sonrió conmovida-. Hayate… yo te prometo que impediré que
Otou-san y los demás me dejen viuda demasiado pronto.
-Gracias –unió sus frentes, sonriendo-, eso
es suficiente consuelo y motivación para mí, jeje.
Varios días pasaron de aquello. Naruto se
encontraba en su oficina revisando varios pergaminos con total calma hasta que
la puerta de la oficina se abrió de golpe, dejando ver a una niña de cabello
azabache y ojos color aguamarina: Uchiha Hatsuki (6 años), su primera y adorada
nieta.
-Ahh –le sonrió-, es raro verte por aquí,
Hatsuki-chan.
-Tou-chan me envió a buscarte, Naru
Jii-chan, dijo que debías ir urgentemente a casa.
-¿Qué sucedió? –se alarmó-, ¿le pasó algo a
Miku? Ella volvía hoy.
-Sí, Mi-chan ya llegó, pero creo que la
urgencia a la que Tou-chan se refería es por la forma en que llegó.
-¿Eh?
-Es que Mi-chan regresó a casa con
Haya-chan y dijeron que ya se casaron.
-… ¡¿Qué?!
En el barrio Uchiha el ambiente estaba
tenso a más no poder. Miku y Hayate se encontraban frente a sus hermanos,
cuñados y sobrinos (ella todavía lo ayudaba a sostenerse porque aún le
lastimaba un poco la herida). Shizui (27 años) y Fumiya (22 años) estaban en
shock, Itachi (18 años) y Kazuomi (23 años) tenían la boca abierta mientras que
Yuuzuki (25 años), su hijo Uchiha Shizuka (2 años) y su sobrino Namikaze Kazuya
(3 años) se lanzaron a felicitar y abrazar a los recién casados.
-¡Felicidades, nii-san, Mi-chan! –decía el
pelirrojo
-¡Muchas gracias, Yuu-chan! –lo abrazó su
hermano
-Pensé que se casarían aquí o en Suna
–comenzó Kazuya, a lo que su primito asintió
-Siento que se perdieran la boda –se
disculpó su tía sosteniendo a ambos niños-, pero todo fue algo espontáneo,
jeje.
De los otros adultos el primero en
reaccionar fue Kazuomi, quien sonrió a la pareja.
-¡Muchas felicidades! Vaya que nos
sorprendieron con esta noticia.
-Sí –apoyó Itachi todavía con la mirada
perdida-… Aunque con nee-chan y Haya nii todo es posible –añadió, a lo que su
hermana lo abrazó con cariño y le dio un beso en la frente
-¡Ahora sí somos hermanos oficiales,
Kazu-chin, Ita-chibi!
-¡Ya no me digas chibi!
-Y yo ya comienzo a sentir esos siniestros
chakras –murmuró Miku suspirando
Todos voltearon para encontrarse con Shizui
y Fumiya quienes efectivamente tenían una expresión como si estuvieran a punto
de cometer un homicidio. Debido a esto Yuuzuki se apresuró a utilizar la arena
para detener las piernas de su esposo mientras Kazuomi sostenía del brazo al
suyo.
-¡¿Cómo que se casaron?! –gritó Shizui
-¡Ni siquiera nos avisaron! –exclamó Fumiya
-Ya les dije que fue algo no planeado,
Shi-chan aniki, Fu-chan.
-Cierto –dijo el Sabaku-, yo tampoco
esperaba ser herido casi de muerte y luego casi sufrir un infarto cuando
Miku-chan me propuso matrimonio.
-¿Miku nee pidió matrimonio a Haya nii?
–preguntó Shizuka
-Para que vean que soy muy original,
jajaja.
-Nee-chan, mejor preocúpate porque aniki y
nii-chan no te dejen viuda –aconsejó Itachi
Mientras Fumiya y Shizui seguían
forcejeando con sus opresores, por una de las calles vieron acercarse a Sasuke
quien en brazos traía a los pequeños Namikaze Keichi y Namikaze Ruri, sus
nietos más pequeños de seis meses. Además venían acompañados también de Sai y
Gaara, pues el Kazekage había recibido un mensaje de su guardaespaldas quien le
dijo que debían reunirse en Konoha.
-¿Qué sucede? –preguntó Sasuke ante tan
peculiar escena
Antes de que Hayate pudieran buscar dónde
esconderse, sus cuñados decidieron gritar la verdad.
-¡Otou-san, ellos dos se casaron en
secreto!
Sasuke se quedó rígido tras oír esas
palabras. Por seguridad, Itachi se apresuró en quitarle de los brazos a los
bebés; no quería que terminaran en medio de la batalla. Hayate ya casi podía
ver su vida pasar, sin embargo fue Gaara quien rompió el silencio.
-¡¿Cómo que se casaron?! –sujetó a su
esposo de la ropa y lo miró con enojo- ¡¿Lo sabías y no me dijiste nada,
idiota?!
-T-Tranquilo, Gaara, me estás mareando
–pedía Sai mientras era jaloneado-. Además yo tampoco estuve en la boda.
-Eso es cierto, Otou-chan –intervino su
primogénito escudándose tras Miku, quien sólo suspiraba
Bueno, Sai no había dicho ninguna mentira.
Realmente no presenció la ceremonia, sólo les regaló las sortijas. Claro, ese
detalle no necesitaba contárselo a su fiero consorte ni a los demás. Para qué
agregar más intentos de asesinato a la lista.
-¿Otou-san? –llamó Miku y sonrió con
nervios- Cálmate, no es para tanto.
-… ¿No lo es? –preguntó con el flequillo
cubriéndole los ojos
-Miku-chan –susurró Hayate-, creo que ese
comentario sólo lo está empeorando –volteó con su rubio cuñado-. Ita-chibi, has
algo.
-Lo siento, Haya nii, pero estoy ocupado y
además aprecio mi vida.
Como Yuuzuki y Kazuomi seguían forcejeando
con los ojiazules, Itachi resguardaba a sus cuatro sobrinos. Estaban pequeños,
no quería que se traumaran al presenciar una masacre.
-Así que nosotros pensábamos que seguían en
la misión –habló el líder Uchiha con voz de ultratumba-. Pero resulta que no
salen con esta… noticia.
A sus espaldas surgió Susanoo con toda su
fuerza, haciendo que la cara de su nuevo “hijo” se tornara azul. El Kazekage
decidió que por el momento olvidaría su enfado y trataría de impedir que aniquilaran
a su heredero.
-Esto se pondrá feo –murmuró Itachi
Sin embargo Naruto apareció escena y,
utilizando el chakra de su bijuu, atacó a su esposo con un potente rasengan.
Como no se percató de su llegada, el Uchiha no pudo reaccionar ante el ataque y
terminó en medio de un agujero.
-¡Cálmense todos antes de que provoquen una
nueva guerra ninja! –ordenó con enfado
-Traje a Naru Jii-chan como pediste,
Tou-chan –avisó la niña apareciendo tras su abuelo
-Buen trabajo, Hatsuki –felicitó Yuuzuki
-¡Maldita sea, usuratonkachi! –gruñó Sasuke-
¡Casi me matas!
-¡No es momento para esto, teme! –lo apartó
y fue a abrazar a su hija- ¡Mi-chan! ¡¿Por qué te casaste de improviso?! ¡Yo
tenía la ilusión de ver vestida de novia a mi única niña!
-Discúlpame, Otou-chan –le sonrió-, fue una
decisión del momento.
-¡¿Ves?! ¡Eso lo heredó de ti, Naruto!
-¡¿Qué insinúas, bastardo?!
-¡Más respeto que soy tu marido y el padre
de tus hijos!
-Oigan –intervino Hayate aún resguardado
tras su esposa-, entiendo que quieran matarme, raro sería que no lo intentaran,
pero no es como si pudieran cambiar las cosas. Es cierto que Miku-chan y yo ya
nos casamos, pero todavía podemos hacer la fiesta, ¿no?
-Hayate –llamó su mejor amigo-… ¡déjame
golpearte al menos una vez!
-Eh… Shizu, con esa única vez seguro me
quedo en coma.
-Shi-chan, como sigas así no pienso hacer
que mi arena te suelte.
-¡Déjame ir, Kazu-chan! ¡Prometo que
intentaré no matarlo!
-¡Olvídalo, Bakamiya! ¡No confío en ti!
-¡Basta ya! –exclamó Gaara- Primero ustedes
dos –miró a los recién casados-: entiendan que esto es demasiado impactante
para todos nosotros. Tú –señaló a su esposo-, ¿cómo demonios ni siquiera me
avisaste que se les ocurrió casarse? Y ahora ustedes –miró a los Uchiha y
Namikaze que seguían armando alboroto-, Hayate y Miku tomaron su decisión y,
aunque no nos guste del todo cómo realizaron las cosas, no nos queda de otra
más que resignarnos y felicitarlos. Así que no quiero más alegatos o se las
verán con mi arena.
-Por fin alguien con sentido común pone
orden –comentó Sai, pero borró su sonrisa ante la penetrante y asesina mirada
del pelirrojo
-Gaara Ojii-chan es genial –dijo Hatsuki
con emoción, a lo que su hermanito y primo asintieron
Una vez seguros de que la integridad de
Hayate no se vería expuesta, todos procedieron a ingresar en la mansión
Uchiha-Namikaze. Shizui estaba en un rincón deprimido porque se perdió la boda
de su hermana y su mejor amigo, Shizuka y Kazuya intentaban animarlo. Fumiya
seguía fulminando con la mirada a su nuevo “hermano mayor”; a su lado Kazuomi
sólo suspiraba con la pequeña Ruri en sus brazos (Keichi estaba con su
pelirrojo padre para que así lo pensara dos veces antes de lanzar algún
ataque). Sasuke, Naruto, Sai y Gaara estaban sentados de frente a Hayate y Miku
quienes tenían a su lado a una emocionada Hatsuki y a Itachi
-Nee-chan, resultaste ser muy
tradicionalista. Mira que casarte a escondidas.
-¿Cómo se te ocurrió hacer algo semejante?
–preguntó Sasuke seriamente
-Bueno, mira el lado positivo, Otou-san
–sonrió ella-: así nos evitamos que la ceremonia se retrasara porque tú,
Shi-chan aniki Fu-chan y tal vez hasta Ita-chan persiguieran a Hayate por todo
el lugar.
-Eso es cierto –rió el Sabaku pelinegro
-Anímate, teme, yo también me siento
deprimido y decepcionado –dijo Naruto-, pero esto es lo que nuestra hija
decidió y debemos respetarla.
-Hum…
-Bueno, nosotros siempre te hemos querido
en la familia, Miku-chan –dijo Sai-, ¡así que ven a los brazos de tu nuevo
Otou-san! ¡Aaahh! –gritó y se arrojó al suelo porque Sasuke le lanzó varios
kunais
-Concuerdo con Naruto –habló Gaara-. A
pesar de todo, esto es algo para celebrar.
-¡No estés tan tranquilo cuando atacan a tu
esposo, Gaara!
-¿Entonces ahora sí ya aceptaron resignarse
y felicitarnos? –preguntó Miku con diversión
-Si eres feliz con eso, imouto… -murmuró
Shizui dibujando círculos en la pared
-Quita esa cara, Shi-chan –pidió su esposo
-¿Fu-chan? –ahora ella miró a su hermano
pelirrojo
-Pues ya qué. Auch –se sobó la cabeza tras
recibir un golpe de Kazuomi
-Te lo mereces por responder de esa forma,
Bakamiya.
-¿Qué hay de Ita-chibi? –preguntó su cuñado
-Por mí no hay problema ya que nee-chan así
lo quiere. ¡Pero deja de llamarme así! ¡Ya tengo dieciocho años!
-Es que eres tan lindo, jajaja.
-¿Y mi adorado Otou-san? –interrogó la joven
mujer
-Hum…
-Claro que está feliz Miku-chan –dijo su
rubio progenitor dándole un codazo en el estómago al ojinegro-. ¿Cierto, teme?
-Hum… Como digas, usuratonkachi.
-Tu anillo está precioso, Mi-chan –dijo
Hatsuki sujetando la mano de su tía
-Gracias, Hatsuki-chan –sonrió-. Cuando
seas grande seguro aparecerá un chico afortunado que estará encantado de darte
un anillo así.
-¿En serio? –preguntó ilusionada
-¡No le metas esas ideas a mi hija!
–exclamó Shizui escandalizado y abrazó posesivamente a la niña
-Eres un padre demasiado celoso, Shi-chan
aniki.
-Yo digo que es culpa de la genética –opinó
Sai
-No quiero ni imaginar cómo actuará
Bakamiya con Ruri cuando sea mayor –dijo Kazuomi con horror
-¡Cállate, torpe!
Todos a excepción de Sasuke, Shizui y
Fumiya, rieron. Naruto se acercó a su hija y le revolvió el cabello con cariño,
a lo que ella se acurrucó en su pecho. Lejos habían quedado los días en que
debía arrullar a su niña para dormirla. Pero bueno, ahora ganó un hijo más y en
algún tiempo seguro vendrían más nietos. Ya tenía cinco, pero aún le faltaban
pequeños por parte de ella e Itachi, y cuando eso ocurriera, seguro que hasta
Sasuke perdería su cara de enfado. Y claro, de momento mejor ni le recordaba
que ahora que su hija estaba casada, debería mudarse a Suna. Para qué arruinar
el momento y exponer más la vida de Hayate.
AAAAAAAAAAAAAAAAW ESTA PRECIOSOOO PERO UN HIJO DE ELLOS HUBIERA SIDO TAN AWESOME HAS OTRO! C: JOJO MUY BUENO AH
ResponderEliminarJAJAJAJAJA XDDDDDD como me mori de la risa cuando llegaron de sopeton diciendo que estaban casados, ay mi estomago me duele mucho!
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJAJAAA
ResponderEliminarNO SI SASU HUBIERA PRECENCIADO LA BODA DE SEGURO MI-CHAN NO SE CASA Y NO POR QUE HAYATE NO KIERA
ME GUSTO EL FINAL
SAYONARA
*--* hace tiempo que no me emocionaba tanto por una pareja no Yaoi!
ResponderEliminar>u< habría sido tan genialoso un hijo de Hayate y Miku-Chan... Por favor Higary-Sama has otro *n*
ESTUVO GENIAL SOLAMENTE ENTRE ALA RED POR QUE DIJIERON QUE YA ESTABA ESTE CAPITULO,ME HA ENCANTADO TU TRABAJO
ResponderEliminarFELICIDADES¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
a mi me encantoooo
ResponderEliminarsiiiiii
ooohh
has otro con los nietos
y uno de ita-chibi siiii
siiiiiiii
quiero saber como se pondra Sasuke ajjajjaja
n.n
jajajajajaja me mori de la risa, mira que casarse así pero bueno despues de todo creo que miku tiene razon al decir que fue mejor asi por que de lo contrario no la dejan casarse
ResponderEliminarwaaaa se casaron en secreto!!!!!! xD *O* que genial !!!
ResponderEliminarmuy muy muy muy buenos los capitulos :D me encantan los personajes y las personalidades que les has conferido.. son hermosas.... yo diria que el que mas me gusta es fumiya!!! es tan jsakhskhdakjd lo amo!!!! :D ademas amo a sasuke!!!! lo amo!!1 LO AMO!!! xD asiq envidio a kazu-chan T.T