Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



viernes, 20 de febrero de 2015

El mayor temor II



SAI

Tardaron un poco en lograr que los ánimos se tranquilizaran, pero finalmente Shikamaru y Kakashi lograron contener la situación y de nueva cuenta los ninjas prestaban atención a Tsunade cuando les preguntó quién sería el próximo conejillo de indias, digo, voluntario para el experimento.

Ya que todo indicaba que la poción no provocaba efectos secundarios (los golpes de Naruto no contaban porque habían sido cortesía de cierto Uchiha), debido a su curiosidad innata Sai decidió ser el siguiente en probarla, no creía que fuera a ser algo tan terrible o traumático, ¿o sí? Mientras que el resto de los involucrados debían admitir que estaban intrigados por saber cuál era el mayor temor del pintor, pues con eso de que le costaba mostrar sus verdaderas emociones, que era demasiado sincero para su propio bienestar y la facilidad que poseía para exasperar a los demás hacía difícil deducir a qué podría tenerle miedo. Quizá a la soledad o el rechazo, o a que perdiera su talento para el arte y sólo pudiera hacer dibujos del tipo “palito y bolita”. Quién sabe, con Sai todo era posible.
-Bueno, veamos qué pasa –dijo el Anbu y bebió la poción

Todos prestaron atención con interés cuando el humo apareció y comenzó a formar la figura de una persona un poco más alta que el pelinegro. Para sorpresa de los presentes frente a ellos apareció otro Sai, pero lucía un par de años mayor y tenía el cabello un poco más largo, de hecho algunos mechones caían al frente dándole un aire muy similar al peinado de cierto azabache que también se encontraba en la habitación.
-¿Te tienes miedo a ti mismo de adulto? –preguntó Sakura, desconcertada
-… ¡Es mentira! –Sai señaló a su otro yo- ¡Me niego rotundamente! ¡No quiero parecerme al idiota con complejo de vengador de Sasuke!
-¡Repite eso si te atreves, imbécil! –replicó el aludido tronándose los nudillos y listo para darle una paliza
-Calma, calma, chicos, no es para tanto –intervino Kakashi en forma conciliadora porque Tsunade estaba más que entretenida tomando notas y no le importaba si sus subordinados se agarraban a golpes o no
-Kakashi-sensei tiene razón, Sai, no deberías tenerte miedo –comentó Naruto mirando al pintor adulto-. Además no te ves mal, te queda el peinado. Al menos no se levanta por la parte de atrás como el de las cacatúas, así como le pasa al teme aunque él afirme lo contrario.
Quizá el rubio intentaba ayudar, pero el comentario no resultó tan buena idea, de hecho no fue para nada acertado. Los ojos de Sasuke estaban rojos y eso que todavía no activaba el Sharingan, parecía listo para dar muestra que sus habilidades ninja adquiridas con los años. La pregunta sería a quién atacaría primero: al Anbu que seguía renegando y lamentándose porque se negaba a ser considerado una copia del Uchiha, o al usuratonkachi que había osado denigrar su peinado. Tal ver sería buena idea recordarle a Sasuke que el Uzumaki era su lazo más importante antes de que la sangre comenzara a correr ahí. En cuanto a Sai… bueno, puede que él no contara con tanta suerte.


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