HARUNO SAKURA
Tras las inevitables burlas hacia el Uchiha por tan
extraña visión y las subsecuentes amenazas de éste hacia los demás, Tsunade
lucía muy feliz con los resultados de su experimento. Los ninjas que habían
sido usados como conejillos de indias no opinaban de la misma manera, pero
ninguno quería sufrir la ira de la rubia.
-Tsk, ¿ya puedo retirarme? –preguntó Shikamaru
-Sí, ya desaparezcan de mi vista. Gracias por su
participación, jejeje.
-Esto fue una pérdida de tiempo –murmuraba Kakashi mientras
todos se encaminaban a la salida
-Acepto consejos para cambiar mi imagen –habló Sai-.
Sakura, ¿qué me recomiendas?
-… Realmente eso te causó un trauma, ¿verdad? –comentó
ella
-Pues yo sigo muriendo de hambre –dijo Naruto, frotándose
el estómago-. ¡Vayamos a Ichiraku!
-Paso –el Nara se rehusó de una vez
-Tengo unos… eh… asuntos que atender –Kakashi planeaba
hacer una visita a cierto sensei de la Academia
-Lo siento, Naruto –se disculpó el Anbu-. Yo tampoco
puedo.
-Amargados –volteó con su mejor amigo-. ¡Teme! Tú sí vas
a acompañarme, ¿verdad?
-¿Por qué debería, dobe?
-¡Porque yo lo digo y somos amigos! Así que más te vale
ir y al menos simular que estás disfrutando tu tazón de ramen.
-Hum… si no hay más remedio, usuratonkachi.
La pelirosa miraba la interacción entre ellos. Se quedó
tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta del momento en que se había
detenido.
-¿Sakura-chan? –la llamó el rubio- Seguro que también
tienes hambre. ¡Vamos por un delicioso ramen!
-Discúlpame, Naruto, pero también tengo cosas que hacer
–le sonrió en gesto de disculpa
-Mmm…. Está bien –hizo un ligero puchero-, pero tendrás
que acompañarnos la próxima ocasión. ¡Andando, teme!
-Sí, sí, no seas tan escandaloso.
Tsunade seguía haciendo anotaciones sobre el experimento
cuando la puerta de la oficina se abrió y Sakura ingresó de nuevo. La chica
lucía muy seria cuando se colocó ante su maestra.
-¿Podría darme un poco de la poción?
-Creí que no deseabas probarla y por eso dejaste que esos
chicos fueran mis conejillos de indias –sirvió un poco de la poción en una
taza-. Supongo que debes tener tus motivos. Aquí tienes.
La chica bebió todo de un trago y el humo que apareció
frente a ellas comenzó a formar dos siluetas que ella reconoció al instante. Tsunade
observó a Sasuke y Naruto contemplándose fijamente y sonriendo sin
preocupaciones mientras se sujetaban las manos como si fuera lo más normal del
mundo. Era un sencillo gesto pero que significaba mucho.
-¿Y bien, Sakura? –le preguntó
-Estaba segura de que este sería mi mayor miedo, sólo
necesitaba confirmarlo.
-Por eso no quisiste probar la poción delante de ellos.
-Habría sido demasiado evidente –sonrió con tristeza
-Esos dos chicos son unos idiotas sin remedio, sin
embargo un día abrirán los ojos y se darán cuenta de sus verdaderos sentimientos.
¿Qué harás cuando eso suceda?
-Además de deprimirme patéticamente… Me alegraré por
ellos sinceramente. No tendría caso molestarme por perder una batalla que jamás
tuve oportunidad de ganar –su expresión se tornó más alegre y decidida-. Y
también me aseguraré de que Ino, Karin, incluso Hinata ni ninguna otra persona
intervenga en su felicidad.
Tsunade se alegró sinceramente por la forma de pensar de
su alumna. Seguro que llegar a esa conclusión no le fue fácil, pero es que
cualquiera que prestara un poco de atención se daría cuenta de las miradas que
Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto se lanzaban así como la forma en que se
llevaban. Sakura consideraba que el lazo entre ellos dos era una de las cosas
más extrañas e irrompibles que existían en el mundo. Pero eso sí, sus mayores
miedos eran sumamente absurdos y bizarros considerando sus fuerzas y
habilidades. Aunque quizá… estaban tan seguros de cuánto se importaban el uno
al otro y de la convicción de que siempre estarían juntos que por eso no había
necesidad de preocuparse.
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SAKURA/PARODIA
Sakura dejó que sus compañeros se marcharan a sus
respectivas labores y, una vez se perdieron de vista, regresó a la oficina de
Tsunade a toda velocidad. La rubia ya la esperaba con una taza de poción sobre
la mesa. Sonrió cuando la chica entró corriendo y la bebió a toda velocidad.
-¿Por qué la prisa, Sakura? –preguntó
-Tengo sospechas, pero quiero confirmar mi mayor temor.
Apareció una bruma que comenzó a dividirse en tres
siluetas, dos estaban juntas y la otra a unos pasos de distancia. Cuando
cobraron forma pudieron apreciar a Hyuuga Hinata sujetando tímidamente la
chamarra del rubio mientras él le sonreía con dulzura. El falso Sasuke
observaba fijamente la escena con los ojos entrecerrados y una evidente mueca
de dolor en el rostro. La pelirosa apretó los puños con enojo: lo que más temía
era precisamente que alguien se interpusiera en la felicidad de sus dos amigos
y provocara que el Uchiha tuviera esa expresión tan dolida. Ella ya sospechaba
que entre esos dos había sentimientos mucho más profundos que los de un par de
mejores amigos casi hermanos. Las miradas que se dedicaban hablaban por sí
solas. Sinceramente Hinata le agradaba, era una buena chica, dulce, amable,
pero si interfería en la relación de sus dos personas más queridas…
-¿Sakura? –llamó Tsunade, desconcertada
La chica caminó hasta quedar frente a Sasuke y,
sujetándolo de los hombros, le sonrió de una manera tan tétrica que hasta el
propio Madara habría sentido escalofríos.
-Sasuke-kun –habló sin borrar esa peligrosa sonrisa-, no
te preocupes, yo te ayudaré y juntos impediremos que Hinata o cualquier otra
chica intente seducir a Naruto, kukuku.
Tsunade contempló cómo el Sasuke ilusorio también sonreía
de manera psicópata y no pudo hacer nada más que suspirar. Por el bien de
Hinata y del resto de la aldea, esperaba que algo así no llegara a suceder o si
no correría sangre. Esos dos juntos eran sumamente peligrosos excepto para
Naruto. Si el rubio poseyera un poco más de sentido común, entonces ella no
tendría que preocuparse porque sus dos compañeros de equipo confabularan
juntos.
Jaja, me gusto la actitud de sakura en las dos versiones.
ResponderEliminarJaja, me gusto la actitud de sakura en las dos versiones.
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