De
los tíos fallecidos y los sobrinos cuyos nombres comparten
Aquél día Shizui (17 años) se encontraba en casa
preparando un poco de ramen. Sus padres se encontraban fuera de Konoha porque
asistieron a la reunión de Kages, su hermano Fumiya iba en el equipo que los
escoltaba, su hermana Miku estaba de misión con su equipo y tardaría unos días
en volver, mientras que Itachi (8 años) seguía en la academia. De hecho le
parecía raro que ese pequeño torbellino rubio no hubiese llegado todavía.
-Espero que no esté causando problemas ni alboroto.
-¡Aniki, estoy en casa!
El moreno sonrió al escuchar esa voz y unos escandalosos
pasos corriendo a su encuentro. Segundos después su hermanito apareció en la
cocina y se arrojó a sus brazos.
-Bienvenido a casa, otouto-chan. ¿Cómo te fue?
-Jejeje, muy bien –lo miró-. Aniki, vamos a Ichiraku,
muero de hambre. Anda, ¿sí?
-Vaya, y yo que me esforcé en prepararte un ramen casero.
-¿De verdad? –sus ojos negros se iluminaron- ¡Genial! –se
le trepó a la espalda como si fuera koala- ¡Eres el mejor, aniki!
-Espero que no lo digas sólo para comer doble porción –le
desordenó el cabello con cariño
-Por supuesto que no.
Por la noche y ya que eran los únicos en aquella enorme
casa, Shizui le sugirió al niño que durmieran juntos, a lo cual él accedió
emocionado. Sabía bien que su hermano no era un niño miedoso, al contrario, por
eso solía meterse en problemas, pero amaba pasar tiempo con sus padres o
hermanos mayores. Quizá a veces por ser el menor se sentía un poco solo, por
eso todos trataban de consentirlo cuando podían.
-Buenas noches, aniki.
-Buenas noches, otouto-chan.
Sonrió cuando segundos después pudo escuchar unos leves
ronquidos. El rubio tenía la peculiaridad de poder dormirse al instante. Se
acomodó a su lado y ya que era una noche tranquila, también se quedó
profundamente dormido. Pero sin que los niños se dieron cuenta, ambos estaban
siendo observados por dos jóvenes pelinegros: uno tenía el cabello largo y con
unas marcadas ojeras en el rostro mientras que el otro lucía cabello corto
peinado en picos y le faltaba un ojo.
-Entonces… Sasuke-chan le puso mi nombre a su primogénito
–dijo el pelicorto y sonrió-. De verdad que me siento conmovido y halagado.
-Supongo que él y Naruto se sintieron agradecidos por el
sacrificio que hiciste por esta aldea, Shisui-san.
-Eso y que era tu mejor amigo, Itachi –rió-. Y era obvio
que a ti tampoco podían dejarte de lado. Ese pequeño niño no sólo lleva tu
nombre, si tuviera marcas bajo los ojos, serían idénticos a los tuyos.
-Quizá, pero su sharingan…
-Lo sé. Todavía no lo ha manifestado, pero podrá
desarrollar la misma técnica ocular que yo: el Kotoamatsukami –suspiró y su
expresión se tornó afligida
-Descuida, Shisui-san, creo que él estará bien –sonrió
con ternura mirando a los niños-. Tiene una buena familia y este hermano mayor
es sumamente devoto y protector. Moriría sin dudarlo por protegerlo.
-Eso tampoco me gustaría porque al final quienes
sufrirían serían los que se quedan en este mundo. Ya vimos lo que pasó con
Sasuke-chan, por fortuna Naruto-kun nunca desistió de perseguirlo hasta que
logró traerlo de vuelta.
-Agradezco tener un cuñado tan terco, obstinado y
decidido.
-Jajaja, exacto –se acercó y le acarició la cabeza al
azabache cuyo nombre compartía-. Shizui-chan, si quieres proteger a tus seres
queridos, no importa lo que suceda, debes regresar con bien para seguir a su
lado.
-Eres el mayor, Shizui, y por eso querrás ser un gran
ejemplo para tus hermanos, pero por experiencia te doy un consejo: no dejes de
divertirte y pasar tiempo con ellos. Cuídalos bien y también a tus orgullosos
padres. Y tú, mi pequeño rubio –le pasó una mano por la mejilla-, trata de no
causarles tantos dolores de cabeza a la familia.
-Y si harás travesuras, cuida que no te atrapen.
-¡Shisui-san!
-¿Qué? Es lo mismo que estabas a punto de decirle, ¿o no?
Te conozco bien, Uchiha.
-Tú también eres Uchiha –sonreía por haberse visto
descubierto-. Creo que es hora de irnos.
-Oye, sé que es difícil para ti y te encantaría estar con
ellos, pero siempre podrás velar por su bienestar y un día, dentro de muchos,
muchos años, se encontrarán.
-… Gracias.
Abandonaron la habitación e Itachi giró la cabeza para
ver una última vez la restaurada mansión Uchiha donde ahora podía percibirse
una enorme calidez.
-Protégelos siempre y sé feliz, otouto.
Suspiró y regresó la vista al otro moreno, su mejor amigo
quien le sonreía dándole ánimos, así que correspondió al gesto y ambos
caminaron hasta que se desvanecieron por completo. Ya habían concluido sus
asuntos pendientes ahí. Sólo querían ver de cerca al menos una vez a los dos
niños que poseían sus nombres y les agradecerían eternamente a Sasuke y Naruto
por haber tomado esas decisiones para honrar sus memorias.
Ahhh que bonito recuerditooo
ResponderEliminartan lindooou
los adorooo
son los chicos mas lindooos n.n
TmOnT
ResponderEliminarITACHIIIIIIIIIIIIIII!!!!
BUUUAAAAAAAAA!!!!
Aun no supero tu muerte (y eso que fue hace un ching...montón xD)
Es que xq los hermanos seixyyyys cof cof digo los buenos hermanos (je je) tienen que morir? Si son taaan seixyyyysss digo digo buenooooos buenooooos buenoteees *~* mmmm
Me encantoooo
Esta geniaaaaaaal
Bye bye
ToT me dio penita pobre Itachi de no poder disfritar a sus sobrinos
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