eneralmente eran
acompañados por otros integrantes de su familia o amigos cuando debían salir de
compras.
-Recuérdame por qué estamos aquí, Otou-san –suspiró ella con algo de fatiga
- Porque Tsunade convenció a tu dobe padre en que deberías hacer más actividades normales de una niña, como salir de compras, y que era yo quien debería acompañarte -bufó, fastidiado
-Debiste convencer a Otou-chan de que esto no era necesario, no sé, ofrecerle mucho ramen como soborno. Odio salir de compras.
Sasuke observó a su hija. Quizá porque había crecido en una familia llena de varones ella no se comportaba como una niña dulce que se preocupara por verse linda, sino todo lo contrario, era fuerte, decidida, no muy delicada que digamos, pero tenía una belleza natural innegable. A decir verdad Naruto tuvo muy buenos argumentos (seguro por culpa del lavado de cerebro de la ex Hokage) sobre que deberían colaborar para que Miku se comportara más como una niña, que era su responsabilidad como padres y un montón de cosas más. Estaba ahí, ¿no? Que nadie pusiera en duda el amor hacia su hija.
- Otou-san, entremos a esta tienda, compramos cualquier cosa, después vamos a comer y regresamos a casa. Nadie tiene que saberlo, jejeje.
- Ese ingenio definitivamente lo heredaste de mi lado de la familia -le sonrió levemente
Había muchos tipos de artículos y accesorios en el lugar. Sasuke se estaba planteando seriamente comprar algo para sus hijos (Shizui y Fumiya no eran de pedir cosas, pero Itachi siempre que regresaba a casa le preguntaba qué le llevó), cuando escuchó la voz de la pelinegra.
-Otou-san, ¿qué tal luzco?
Al verla casi le da un tic en el ojo. Miku estaba usando unos gruesos lentes rojos que le hicieron recordar a Karin y sus acosos. Sintió escalofríos y de inmediato le quitó los lentes.
-No necesitas algo así. Eres mi hija, tu vista es perfecta -le puso un lindo broche en el cabello en forma de gatito
- Jejeje, ¡es muy lindo, Otou-san! -se le colgó del brazo- ¡Hoy eres mío para presumirte, así que vamos!
El mayor se dejó guiar ahora con una sonrisa más amplia en el rostro. Realmente la adoraba, quizá por ser niña era más cariñosa y afectuosa tanto con él como con Naruto, era la princesa de su clan y pobre de aquél que intentara algo en su contra. No pensaba dejarla ir tan fácilmente ni entregársela a cualquiera.
-Recuérdame por qué estamos aquí, Otou-san –suspiró ella con algo de fatiga
- Porque Tsunade convenció a tu dobe padre en que deberías hacer más actividades normales de una niña, como salir de compras, y que era yo quien debería acompañarte -bufó, fastidiado
-Debiste convencer a Otou-chan de que esto no era necesario, no sé, ofrecerle mucho ramen como soborno. Odio salir de compras.
Sasuke observó a su hija. Quizá porque había crecido en una familia llena de varones ella no se comportaba como una niña dulce que se preocupara por verse linda, sino todo lo contrario, era fuerte, decidida, no muy delicada que digamos, pero tenía una belleza natural innegable. A decir verdad Naruto tuvo muy buenos argumentos (seguro por culpa del lavado de cerebro de la ex Hokage) sobre que deberían colaborar para que Miku se comportara más como una niña, que era su responsabilidad como padres y un montón de cosas más. Estaba ahí, ¿no? Que nadie pusiera en duda el amor hacia su hija.
- Otou-san, entremos a esta tienda, compramos cualquier cosa, después vamos a comer y regresamos a casa. Nadie tiene que saberlo, jejeje.
- Ese ingenio definitivamente lo heredaste de mi lado de la familia -le sonrió levemente
Había muchos tipos de artículos y accesorios en el lugar. Sasuke se estaba planteando seriamente comprar algo para sus hijos (Shizui y Fumiya no eran de pedir cosas, pero Itachi siempre que regresaba a casa le preguntaba qué le llevó), cuando escuchó la voz de la pelinegra.
-Otou-san, ¿qué tal luzco?
Al verla casi le da un tic en el ojo. Miku estaba usando unos gruesos lentes rojos que le hicieron recordar a Karin y sus acosos. Sintió escalofríos y de inmediato le quitó los lentes.
-No necesitas algo así. Eres mi hija, tu vista es perfecta -le puso un lindo broche en el cabello en forma de gatito
- Jejeje, ¡es muy lindo, Otou-san! -se le colgó del brazo- ¡Hoy eres mío para presumirte, así que vamos!
El mayor se dejó guiar ahora con una sonrisa más amplia en el rostro. Realmente la adoraba, quizá por ser niña era más cariñosa y afectuosa tanto con él como con Naruto, era la princesa de su clan y pobre de aquél que intentara algo en su contra. No pensaba dejarla ir tan fácilmente ni entregársela a cualquiera.
Ohhh tan lindooo
ResponderEliminarque lindo momento entre padre e hija
ajjaja esa escena de los lentes me matooo
acordarse de la lokilla de Karin jijiji
bueno esperare ver mas de ellos
estos momentos entre la familia son muy pero muy emotivooos n________n
Jajajaja jajajaja claro que ninguna hija HECHA con AMOR de Sasuke saldría fea y ciega.
ResponderEliminarAhora si hablamos de hacer un hijo al hay se va, salen las malechuras jajajajajaja XD
Es la hija de sasuke que adoro
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