Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



domingo, 18 de enero de 2015

Escena HnF VI

Del moreno padre y el (futuro) yerno castaño

Sasuke había salido de misión con un grupo de ninjas entre los que se encontraba Kazuomi (14 años). En el camino de regreso a Konoha pasaron por una pequeña aldea especializada en producción y comercialización de muchos tipos de plantas. Los ninjas se detuvieron ahí para comer algo y fue en ese momento que Kazuomi aprovechó para acercarse a una tienda y observar con sus curiosos ojos amatistas todo lo que exhibían.
-¿Qué sucede? –preguntó alguien a sus espaldas
El castaño se sobresaltó porque no había sentido llegar a su líder de equipo hasta que habló. Fumiya solía tener esa misma manía. Parece que era una costumbre de familia o algo así.
-Ahh, Uchiha taichou, digo, Uchiha-san –se corrigió-. Sólo miraba la gran diversidad de plantas que tienen aquí. Son muy interesantes.
Sasuke observó también y le llamó la atención una sencilla maceta donde crecía un pequeño cactus, era la planta más simple que había en la tienda. Sonrió pensando en alguien que seguramente sería muy feliz con ese “simple” cactus y se lo pidió al vendedor de la tienda.

Una vez con la compra en manos del adulto, ambos ninjas caminaban para regresar con sus demás compañeros. Kazuomi parecía intrigado por la acción del moreno y, aunque quizá era una falta de respeto, no quería quedarse con la duda.
-Disculpe, Uchiha-san, ¿le gustan los cactus?
-No realmente –respondió y contempló con fijeza la maceta-, pero a cierto Hokage le encantan las plantas y puedo asegurarte que sonreirá como idiota teniendo ésta en su oficina.
-Oh, ya veo.
El chico observó al azabache pensando que muchos lo calificaban como alguien muy serio y frío, pero en realidad era un buen líder, un hombre amable y se notaba que, aunque tratara de disimularlo, le gustaba ser detallista con su esposo.
-¿Por qué rayos Bakamiya no puede ser un poco más como él? –murmuró
Sin embargo Sasuke alcanzó a oírlo, pero no dijo nada. Una sonrisa de medio lado apareció en su rostro mientras veía y escuchaba a Kazuomi seguir murmurando cosas referentes a su pelirrojo compañero de equipo y el cómo siempre lo molestaba. Sasuke ni nadie podría negar que Fumiya fuera su hijo, llevaba con Kazuomi una relación muy similar a la de él con Naruto cuando niños. Si eso seguía así sus sospechas y las de su esposo tarde o temprano se volverían realidad: en el futuro tendrían un yerno con cabello castaño y lindos ojos color amatista.



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